Aunque su estado de salud se reporta como estable y fuera de peligro, luego de su intervención quirúrgica, el obispo de Torreón José Guadalupe Galván Galindo, suspenderá todas sus actividades en lo que resta del año.
Rogelio Bautista, párroco de Santa María del Milagro de Caná, informó que tras haber permanecido en observación casi por un día, el obispo fue trasladado ayer por la mañana a la habitación 217 del Sanatorio Español; lugar a donde se han dado cita sus hermanos, Abel y Juan José, provenientes de la ciudad de Cadereyta, Nuevo León.
“Lo dejaron como nuevo”, comentó el sacerdote al ser cuestionado sobre la salud de Galván Galindo a un día de su intervención.
Y es que, como se ha informado, monseñor previo a su cirugía, fue sometido a un cateterismo para destapar cuatro arterias del corazón y con ello evitar complicaciones durante la extracción de la vesícula biliar; operación que resultó todo un éxito.
De acuerdo con el sacerdote Rogelio Bautista, los médicos han restringido las visitas del obispo, pues es necesario para su recuperación se mantenga en descanso absoluto.
Así mismo, se informó que la agenda del obispo ha sido suspendida por lo menos en lo que resta del año, por lo que se espera se reintegre a sus actividades hasta el mes de enero de 2009.
“Agradecimos las oraciones que han elevado los ciudadanos para la recuperación del obispo, los invitamos a que sigan orando por su salud”, dijo Bautista, quien mencionó que hasta el momento no se tiene una fecha para que Galván Galindo abandone el sanatorio.
