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Porrismo en la UA de C

Archivo Adjunto

Luis F. Salazar Woolfolk

En el actual proceso de elección de Coordinador de la Unidad Torreón de la Universidad Autónoma de Coahuila, ha salido a relucir el porrismo, lamentable lacra que campeó en la institución años atrás y que se suponía erradicado.

En la elección contienden dos personajes: el maestro Manuel Martínez Gallegos, académico de carrera surgido en los últimos tiempos de estabilidad y el licenciado David Cázares Juárez, quien hace poco renunció a la Delegación de la Procuraduría de Justicia del Estado para contender en el proceso, llevando tras de sí el apoyo de recursos humanos y materiales, sustraídos de dicha dependencia de Gobierno.

El porrismo implica el empleo de grupos de choque dentro de la universidad, que utilizan la violencia como medio de y control en aras de objetivos políticos ajenos a los fines que le son propios a la universidad a saber: la enseñanza, la investigación y la difusión de la cultura.

El fenómeno alcanzó su nivel más álgido durante el régimen de José de las Fuentes Rodríguez, cuyo Gobierno operaba a trasmano al interior de la universidad, mediante el subsecretario de Gobierno, Rodrigo Sarmiento Valtier, opaco personaje que era conocido en los corrillos universitarios, con el siniestro mote de Sor Veneno.

En aquellos días el prestigio de nuestra Alma Mater rodó por los suelos, provocando el repudio social y el cierre de alternativas de trabajo a los egresados de la institución.

Fue el gobernador Eliseo Mendoza Berrueto, quien desactivó las fuerzas externas que operaban al interior de la universidad, lo que propició el arribo de un académico puro a la rectoría de la UA de C, el maestro en Ciencias, Remigio Valdez Gámez, a partir de cuya gestión se inició el largo y difícil camino de la regeneración.

Desde luego que los sucesivos Gobiernos estatales y federales no han perdido de vista a la UA de C como órgano descentralizado del Estado que presta el servicio público de educación superior, ni la institución ha estado exenta de influencias políticas que deseen llevar agua a los más diversos molinos, como consecuencia natural de la presencia de todas las formas de pensamiento que acuden al quehacer universitario. Sin embargo, en lo general la UA de C ha gozado de respeto a su autonomía por parte de los distintos niveles de Gobierno y partidos políticos, lo que es mucho decir en el turbulento escenario local y nacional de transición a la democracia plena.

El relevo del mando en la Coordinación de la UA de C en Torreón alienta las aspiraciones de un grupo faccioso, que ostentándose apoyado en la estructura regional de la Procuraduría de Justicia de Coahuila, emprende la aventura de participar en la elección y de inicio, el lunes de la semana pasada la violencia irrumpe en el último informe de la coordinadora en funciones Rosa María Franco Parra, al calor de un discurso incendiario en el que se convoca a luchar contra el “centralismo de Saltillo”, lo que no es más que un garlito demagógico para ocultar las verdaderas intenciones de confrontación y simple posicionamiento político.

En los días siguientes el candidato emanado de la procuraduría recorre los recintos universitarios, con una escolta de agentes ministeriales con gafete de la institución y toda la parafernalia del caso, en un desplante prepotente que deja corta la sospecha según la cual vuelve el porrismo de antes y en cambio, hace pensar en una nueva forma descarada de intromisión, lo que no ocurrió ni en los días más oscuros del pasado de la universidad.

Algunas voces se han alzado interpelando al gobernador Humberto Moreira y al procurador Jesús Torres Charles, sobre el particular, pero hasta ahora ninguno de los dos ha dicho esta boca es mía.

La interpelación es doble: si la injerencia que es objeto de comentario tiene la bendición desde lo alto del Gobierno de Coahuila ¡pobre universidad y pobre Torreón!; pero si no fuera así, es lamentable que el Gobierno del profesor Moreira tenga puesta la procuración de justicia en la región, en manos de una pandilla ocupada en satisfacer sus intereses particulares y de grupo, en agravio de la comunidad torreonense.

En cuanto al proceso electoral en marcha, los universitarios de la Unidad Torreón tienen la palabra. En las votaciones que tendrán lugar el día de mañana, podrán optar entre fortalecer la estabilidad de la UA de C o dejar que la institución se despeñe en los abismos del caos.

Correo electrónico:

lfsalazarw@prodigy.net.mx

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