En 1962, el fotógrafo Bert Stern tomó una serie de imágenes a la diva Marilyn Monroe, legendaria sesión que más tarde sería conocida como “La última pose” (“The last sitting”), pues seis semanas después fue encontrada muerta por una aparente sobredosis.
Aquellas imágenes fueron publicadas recientemente por la revista española "El País", y por primera vez sin retoques. En ellas se mostraba a una Marilyn con una cicatriz a la altura de las costillas, debida a una cirugía que tres meses antes de la sesión fotográfica, le habían practicado.
En las mismas poses y bajo el mismo concepto Stern replantea estas tomas clásicas ahora con Lindsay Lohan, otra actriz conocida por sus excesos.
Esta sesión es parte de la edición de Primavera de la revista New York Magazine, y al respecto el experimentado fotógrafo comenta a la publicación que eligió a Lohan porque sabe que hay más profundidad en ella que las películas de adolescentes que hace.
Por su parte, Lohan comenta que fue todo un honor y que tomó esta sesión como un papel más en su carrera, pues asumió por completo el papel de Marilyn Monroe.