Querida Secretaria:
Sí, tu reputación es lo que la gente dice de ti, especialmente a tus espaldas, y tu curriculum (resumé) es lo que tú dices acerca de ti. Tu marca la conforman los dos conceptos y algo más... es la identidad profesional que tú creas en la mente de los demás.
El concepto de marca, no ha sido etiquetado siempre como tal. En los años 50 se conocía como “imagen” y en los 70, “vestirse para el éxito”. Estos indicadores fueron los precursores del concepto que se tiene hoy en día.
Ciertamente, el pensar de ti misma como una marca o el aspirar a llegar a tenerla refleja nuestra profunda dedicación cultural al consumismo. Pero también facilita un mercadeo personal –una gran ventaja para los constantes cambios en los ambientes de negocios.
En el fondo este proceso conlleva una dura realidad profesional. Para una carrera exitosa a largo tiempo, no cuentas con tu empresa para que se haga cargo de ti. Como en cualquier escenario de la vida, tú eres la que debes hacerte cargo de ti misma. Una bien estructura marca será tu salvavidas.
¿Qué significa que te marques tú misma? Nosotros somos, ni hablar, tan sólo miembros de la fuerza de trabajo. Como marca, llegamos a ser diferentes y requeridas. Un curriculum puede sumarizar lo que hemos logrado, pero una marca nos clasifica como calificadas, confiables y expertas.
La marca proporciona visibilidad y reconocimiento como bien preparadas cuando una asistente adquiere una marca, no permite que su título la encasille. Ella piensa en sí misma como solucionadora de problemas o una estratega. Se identifica más con la empresa que con el nicho que ocupa en la organización. Participaen eventos, trabaja con grupos impartiendo conferencias, ayuda a resolver problemas. Su presencia es reconocida.
Proponte actualizar tu curriculum cada año. Esto te va a ayudar a enfocar tu atención en la marca que estás logrando.
Recomendaciones: no permitas que los otros reduzcan tu tarea de desenvolvimiento.
No hagas tu nicho demasiado estrecho. No limites tus opciones.
Expresa y demuestra lo que sabes, pero ten la virtud de admitir lo que no sabes.
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