Querida Secretaria:
Una asistente discretamente vestida y acicalada atrae miradas de soslayo; pero esas miradas vuelven a enfocarse en ella para notar que todos los detalles de su atavío son perfectos, en armonía. La mujer sin este atractivo es olvidada en un segundo.
¿Qué es la elegancia? Es una clase de armonía que se parece a la belleza, con la diferencia que la belleza es más bien un don de la naturaleza y la elegancia es el resultado del arte.
El origen de la elegancia en el arreglo personal y en la moda proviene y se desarrolla de los hábitos de una cultura civilizada. La palabra viene del latín “eligere” que quiere decir elegir, seleccionar.
Vamos a tratar de la elegancia en el arreglo personal y en la moda. Por supuesto que una mujer, verdaderamente elegante, lo es en todos los aspectos. Una voz de arrabal, un caminado ostentoso echan a perder cualquier atavío de buen gusto.
Es muy comprensible que no es posible estar bien vestida y pobremente acicalada al mismo tiempo. La falta de acicalamiento incluye detalles como: tacones desgastados, un poco de caspa en los hombros, una mancha de sudor...
La piedra de toque de la elegancia debe estar centrada en una barra de jabón. Claro que el estar bien bañada, con un champú y cepillado recientes no conducen automáticamente a la elegancia (si así fuera, las mujeres más elegantes del mundo serían las enfermeras, por su pulcritud). Sin embargo, ninguna mujer puede ser elegante a no ser que su pulcritud sea excelente.
Para lograr este atildamiento, toda mujer debe contar con un espejo de cuerpo entero y uno de mano de aumento. Además no puede considerarse presentable a no ser que haya revisado los siguientes puntos:
*Manos y uñas impecables.
*Zapatos limpios, boleados y en buenas condiciones.
*Prendas limpias sin arrugas marcadas por usos anteriores.
*Los tirantes de la ropa interior invisibles.
No te desanimes al ver esta lista, ya que estos detalles pueden llevarse a cabo en pocos minutos a diario y serán una modesta inversión para asegurar tu propia confianza.
Hay ciertos rasgos de comportamiento que destruyen el efecto de un atuendo del mejor gusto:
*Rascándose la cabeza.
*Buscando algo dentro de la boca con un dedo explorador.
*Acomodándose los tirantes de la ropa interior.
*Sentada con las piernas abiertas.
*Mordiéndose las uñas.
*Peinándose en un lugar público.
Todos estos detalles pueden aniquilar una impresión encantadora. El encanto y la gracia son los fundamentos de la elegancia.
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