Querida Secretaria:
Es sorprendente descubrir que en el trabajo siempre hay alguien que nos está valorando. Hay que tener presente pues, que constantemente estás en escena causando una buena o mala impresión a alguien.
Un comportamiento inapropiado abarca una serie de actuaciones, desde perder el control en público hasta verte involucrada en un grave problema en la oficina. Procura nunca ser señalada por una acción reprobable.
No cesamos de hacer juicios sobre las personas que nos rodean en nuestra vida de negocios. Algunas veces nuestras apreciaciones son favorables, otras veces desfavorables, casi nunca imparciales.
Querámoslo o no, nosotros también somos juzgadas por la gente, de igual manera por los jefes compañeros y clientes. A muchas asistentes no les gusta pensar en esto, por la simple razón de que ser juzgada va mano a mano a ser criticada. ¿Y a quién le gusta enterarse de que sus defectos reales o percibidos, son comentados?
No puedes evitar las críticas haciendo nada, diciendo nada, y siendo nada. Por supuesto que te critican o te van a criticar, pero evitando actuar, no es la respuesta. Con frecuencia aprendemos más de nuestros errores que de nuestros éxitos.
Se ha dicho: “Nunca juzgues el libro por sus pastas”, o en otras palabras, no emitas un juicio sobre algo o alguien únicamente basándote en su apariencia. Esto rara vez se observa en los negocios donde la gente está constantemente formándose juicios de uno y otro y las primeras impresiones son determinantes.
Al segundo de conocerte ya empezaron a formar sus juicios sobre tu persona, en los siguientes siete segundos están tratando de decidir si les simpatizas o si confían en ti, o si pareces ser confiable y calificada. Si no lo pueden decidir dentro de este lapso de tiempo, emplean los siguientes 30 segundos pasando una lista de interrogantes en su mente acerca de tus destrezas. “¿Se desempeña bien en su trabajo? ¿Estará lista para una promoción? ¿Será realmente competente?”. Recuerda que nunca es demasiado tarde para causar una mala impresión en alguien que ya te conoce y te admira.