Querida Secretaria:
Después de unas vacaciones hay únicamente algo que parece desvanecerse con más rapidez que el bronceado: los recuerdos.
Olvidar las experiencias vividas o dejar de incorporarla a la vida diaria son algunas de las razones de por qué antes del mes de haber regresado de las vacaciones ya hemos borrado de la memoria todos los beneficios del tiempo libre –disminución de los niveles de estrés, rejuvenecimiento físico. Éstas son algunas maneras de retenerlos:
PERSONALIZA TU MUNDO
Si te propones disfrutar tus recuerdos, podrás prolongar los beneficios de los días pasados. Antes de guardar los folletos y “souvenirs” del viaje, escoge lo que quieres recordar del asueto. De lo que se trata es de valerse de pistas que evoquen recuerdos específicos del trayecto. Una foto profesional de algún monumento histórico está bien si se disfrutó en el recorrido, pero será un mejor recuerdo y más personal, una foto del lugar tomada con tu cámara del celular, aunque haya salido borrosa. La clave es valerse de los recuerdos más personales.
APRECIA TUS RECUERDOS
Los investigadores aconsejan que hay que saber cuándo controlar y cuándo acceder a los recuerdos. Procura no desplegar los “souvenirs” de los viajes donde el contraste resulte demasiado impaciente. Colocar una bonita réplica de una lujosa ceremonia maya en la cocina, puede tener un efecto negativo al comprar tu vida rutinaria con la suntuosa del rito.
UTILIZA TUS SENTIDOS
Las cosas que realmente activan la memoria en las personas son: la visión, el sonido y el olfato. Recuerda el tipo de música que escuchaste. Recréate en los deliciosos platillos que saboreaste. Si te deleitaste con los diferentes aromas, aún los jabones, cremas y lociones que te trajiste del hotel y que has colocado en tu baño, tienen su mérito. Todo lo que uses como máquina del tiempo te trasladará a esos momentos. De esta manera continuarás viviendo tus vacaciones.
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