Los Batallones de Infantería de Marina de la Armada de México mantienen una serie de "candados" de seguridad para evitar que integrantes del crimen organizado se infiltren en sus filas.
Dichos "candados" van desde el convencimiento hasta los exámenes de confianza, las pruebas antidopaje y las revisiones a las instalaciones de la dependencia con perros entrenados.
El adiestramiento físico, técnico y táctico no son los únicos aspectos que prevé la preparación de estos militares de élite, también se da la misma importancia al impulso de los valores humanos, para convencerlos de que esa tarea tiene como fin proteger a las familias.
El capitán Marco Antonio Ortega Siu, comandante del Batallón de Fusileros Paracaidistas de la Infantería de Marina expuso que la Armada tiene diversas medidas para evaluar a los integrantes de las unidades militares en diversos aspectos.
Entre esas evaluaciones se incluyen revisiones en las mismas instalaciones militares, "no sea que el enemigo esté en casa", aseveró. "El riesgo es latente en todos lados", reconoció el mando de la Armada.
Sin embargo, resaltó que se aplican varios "candados" y el primero de ellos "es el convencimiento", pues no nada más se cuida el aspecto físico y técnico de los infantes de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar).
Sobre la posibilidad de que elementos de la dependencia presten sus servicios a la delincuencia organizada dijo que "no quiere decir que no vaya a pasar, que no exista riesgo".
"Lo que quiero decir es que estamos minimizando ese riesgo, tomando las medidas preventivas en este caso", y aseguró el capitán Ortega Siu que se tiene "bastante atención en este sentido".
Subrayó que la principal tarea es convencer al personal de que su tarea primordial y función dentro del Estado es cuidar las instalaciones vitales del país, los recursos naturales y el combate a la delincuencia organizada.
Lo que se les ha inculcado, subrayó, "es estar convencidos de que lo que estamos protegiendo es de lo más querido que tenemos, que es nuestra familia", aseguró el comandante de la Armada.
Posteriormente, como parte del "cuidado" que reciben los efectivos para evitar que se relacionen con las organizaciones criminales es la aplicación de exámenes de confianza y antidopaje, agregó.
Además se llevan a cabo revisiones periódicas a las instalaciones con binomios caninos para detectar cualquier irregularidad, como pueden ser la presencia de drogas u otras sustancias.
Ortega Siu aseveró que hasta el día de hoy, en el batallón que dirige no se han presentado casos de corrupción "porque estamos atentos y porque no nos da tiempo de estar pensando en eso".
El mando de la Armada destacó que "nuestra actividad diaria es intensa", además de que no hay un elevado índice de deserciones; en lo que va del año la cifra llega a los 11 elementos.
"De esos 11, ocho son elementos que no tenían más de mes y medio de contratados, no tenían definido el objetivo de su vida, llegaron aquí, no les gustó y se fueron", detalló.
"Los otros tres, muy probablemente tenían problemas de incompatibilidad entre el trabajo y su familia, pues el trabajo es muy absorbente", dijo el capitán Ortega Siu.
No obstante, para evitar que elementos salgan de las filas del batallón, en primera instancia "se presta especial atención a los problemas del personal; en segunda, estamos atentos a que no se distraigan de la línea de la legalidad".
"En tercera, esto es constante, tanto el adiestramiento en cuestión de valores como el adiestramiento físico y el adiestramiento técnico, táctico", expuso.
Toda esta preparación les permite a los elementos llevar a cabo sus labores de protección a la seguridad nacional, sostuvo el comandante de la Armada de México.
Las medidas tomadas también hacen posible que coadyuven a la seguridad pública, como lo instruyó el comandante supremo de las Fuerzas Armadas, el presidente Felipe Calderón, dadas las circunstancias por las que atraviesa el país, concluyó.