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Posponen ‘desde fuera’ la nueva Ley del Libro

La senadora María Rojo considera que hubo presión externa para posponer la aprobación de la nueva Ley de Fomento para la Lectura y el Libro. (El Universal)

La senadora María Rojo considera que hubo presión externa para posponer la aprobación de la nueva Ley de Fomento para la Lectura y el Libro. (El Universal)

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La senadora María Rojo no acusa a nadie de que se haya pospuesto la aprobación de la nueva Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, porque carece de pruebas, pero ante los hechos y lo sucedido el pasado jueves en la sesión de la Cámara Alta, llegó a la conclusión que “desde fuera” le pidieron al grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN) que difiriera la votación.

Según la senadora, presidenta de la Comisión de Cultura, todo estaba dispuesto para que se aprobara por unanimidad el dictamen de las comisiones unidas de Educación y de Estudios Legislativos. Los integrantes de dichas comisiones habían avalado el documento, por lo que se esperaba que en el pleno del Senado ocurriera lo mismo, de parte de los diversos grupos parlamentarios.

Rojo tiene la certeza de que los senadores del grupo panista estaban convencidos de votar a favor del dictamen, porque ellos mismos se sorprendieron de la decisión que se tomó de última hora de posponer la discusión y votación en el pleno, supuestamente hasta este martes. O sea, deduce María Rojo, la “indicación vino de fuera”.

No se atreve a realizar imputaciones de manera directa, pero recuerda que fue el presidente de la Comisión Federal de Competencia, Eduardo Pérez Motta, quien consiguió que en el sexenio pasado el entonces presidente Vicente Fox vetara la ley y la medida de establecer un precio único de venta al público para cada libro. Supone que es nuevamente Pérez Motta quien está presionando a los legisladores panistas, con el argumento de que el precio único desalentaría la competencia y propiciaría el monopolio.

Para la senadora María Rojo no tendría ningún sentido la ley si se le agrega un transitorio, como se ha dicho, para que si la medida del precio único del libro no funciona en tres años, sea anulada. La presidenta de la Comisión de Cultura juzga que lo que ocurre es una falta de respeto para la comunidad cultural y el Poder Legislativo.

Dice que desde hace año y medio se viene trabajando en la ley. Se alcanzó el consenso entre todas las fuerzas políticas y corrientes intelectuales. Daba por hecho la aprobación unánime de la norma. Ahora no sabe si se va a discutir y votar este martes, el jueves, o la próxima semana. En su opinión, esta ley es indispensable para fomentar la lectura.

Mantienen rechazo a precio único

Por su parte, la Comisión Federal de Competencia (CFC) niega que haya hecho algún tipo de presión para evitar que el pasado jueves fuera discutida y dictaminada en el Senado la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, aunque se mantienen en contra del precio único que contempla dicha legislación.

Desde hace dos años, la Comisión fijó su postura: se opone a la ley por considerar que daña al consumidor al prohibir los descuentos a libros, pero dice que de ahí a que presione para evitar que sea aprobada hay mucha distancia.

Ángel López, director general de la Unidad de Planeación de la CFC, negó que haya presiones: “Estamos en contra del precio único y tenemos nuestras razones. Si eso es hacer presión entonces resulta que ya no puede uno mostrar su opinión”.

En entrevista el funcionario aseguró que en las últimas dos semanas y hasta antes del pasado jueves tres, cuando en el Senado se decidió sacar el dictamen de la ley de la orden del día, no hubo contacto con nadie.

“En la tarde del jueves me llamó un legislador, del que me reservo el nombre, para preguntarme si la posición seguía siendo la misma, dije que sí y le expliqué por qué”, señaló López.

Negó que la Comisión tenga mecanismos de presión, salvo el hecho de dar sus argumentos: “Como ellos dijeron: ‘Nosotros somos sólo una oficinita del Ejecutivo’. No di mi opinión en las últimas dos semanas porque nadie me preguntó. Tampoco tengo ninguna información de que el Ejecutivo haya hecho alguna presión en favor o en contra, no lo sé”.

Lo que reconoció es que hace varios meses hubo un par de reuniones en Los Pinos para que la CFC explicara su posición y también sus propuestas, de ellas tomó nota el Ejecutivo pero hasta ahí quedó: “Qué hicieron con eso, si los convencimos o no, si hubo una estrategia derivada de ese encuentro, no lo sé”.

Ángel López apuntó que la decisión de aprobar dicha ley está en el Poder Legislativo, donde ha surgido la propuesta de incluir un artículo transitorio para que a partir de su aprobación, sea revisada a los tres años.

“De lo perdido lo que aparezca, que se revise en tres años a ver si hubo beneficios o no. No es una idea nuestra pero estamos de acuerdo”, e insistió en que su postura sobre el precio fijo a los libros no ha cambiado porque “no ha cambiado la discusión ni las leyes de la economía”.

Para la Comisión es claro que al prohibir los descuentos se van a incrementar los precios: “No es una oposición a la ley, es a un instrumento que prohíbe descuentos para libros que tengan menos de un año en stock y que se hayan editado hace menos de tres años. Creemos que eso tiene un impacto negativo sobre el consumidor y sobre la eficiencia del mercado”.

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