Hacer una rutina de power yoga se compara a la que pone un entrenador personal de fitness.
Los que gustan de poner su cuerpo al límite, de sudar y sudar, pero buscan a la vez alimentar su mente y espíritu, pueden probar el power yoga.
En un inicio, el yoga no se creó para fortalecer el cuerpo sino que intentaba una unión o integración del alma individual con Dios. Sin embargo, se dieron cuenta que esa parte mental y espiritual de los humanos estaba dentro de un cuerpo y que había que cuidarlo y fortalecerlo; entonces, comenzaron a hacer las asanas o posturas.
Ahora, el yoga ha invadido a la cultura occidental y las variantes de éste no se hacen esperar con el afán de que se cubran las necesidades de cada persona.
Alejandro Quiyono Jiménez, instructor de Sport City Yoga, con 17 años de experiencia en hatha y kundalini yoga, incluye dentro de sus rutinas el llamado power yoga, una variación de la misma disciplina oriental.
“En los gimnasios se da principalmente el hatha yoga porque el perfil de gente que asiste demanda no tanto la meditación y las respiraciones del kundalini, sino más asanas que ejerciten su cuerpo”, dijo Quiyono.
Fuerza y atención para ejercitar
El hatha yoga es una de las ocho ramas de esta disciplina, en la cual se realizan diferentes posturas.
Dentro del hatha yoga hay innumerables estilos, algunos más suaves, más lentos, o rápidos y dinámicos. Otros tienen el enfoque en la alineación, fluidez de movimiento, de fuerza, etcétera.
El power yoga, explica el instructor, es una modalidad en donde se trabaja mucho más el físico. Sólo que este esfuerzo tiene como fin servir como escalinata hacia la fuerza y la energía, porque el yoga no puede ser sólo ejercicio físico sino que siempre va unido a algo mental y espiritual. “Es como lo dicta la filosofía yogui, ‘el cuerpo es un instrumento, un vehículo’”.
El power yoga lleva al cuerpo al extremo. En las clases se trabaja de forma muy fluida, hilando posturas muy fuertes, que físicamente son todo un reto y llevan al alumno a su límite para terminar en las postura de cadáver (acostados boca arriba)”.
Se trabaja en los siete grupos fundamentales del cuerpo. Se hacen posturas sentados, boca arriba, boca abajo, de pié, flexiones y extensiones de espalda, equilibrio en brazos y pies, y las de cabeza.
Cada asana tiene muchas variantes, que sirven para adaptar la postura a quien le cuesta trabajo, o al contrario, para quienes quieren poner mayor grado de dificultad.
Power yoga es para gente que necesita dinamismo, que se aburre o se distrae pensando en su trabajo, la escuela, la pareja.
Es una rutina ideal para aquellos que gustan de que se les exija, que les obligue a tener su mente atenta y no titubeen para hacer bien la postura. Continuamente, el alumno se está retando dentro de la clase.
La gente que lo practica es porque necesita de mayor rapidez, más fuerza, profundidad física para lograr con sus posturas la tranquilidad mental.
Hacer una rutina de power yoga se compara a la que pone un entrenador personal de fitness. No es el propósito, de hecho, el cuerpo de los que hacen yoga es más delgado, con músculos finos pero fuertes, sanos.
Con el yoga se genera fuerza muscular interior y estamina mental, a lo que se llega al lograr alguna postura que en un inicio se pensaba imposible.
Este ejercicio es una buena excusa para introducir a los amantes del fitness en el yoga. Primero se les atrapa por el lado físico y con el tiempo se van envolviendo en la meditación, respiraciones y el estilo de vida que rodea a todo esto.