Los niños y adolescentes de Chiapas, Yucatán y Quintana Roo tienen desde su nacimiento y hasta los 17 años, tres veces menos oportunidades de sobrevivir, crecer y educarse que los nacidos en estados del norte del país, afirmó el UNICEF.
En el estudio sobre Índices de los Derechos de la Niñez Mexicana, la oficina del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en México estableció que los menores de edad pertenecientes a grupos indígenas son los más vulnerables.
“La mayoría de las casi 25 mil comunidades indígenas se ubica en zonas de difícil acceso, lo cual repercute en la exclusión escolar y el incumplimiento de otros derechos”, señala el documento.
Además, indica que la mortalidad de niños indígenas menores a cinco años representa casi el doble del promedio nacional. Es decir, en ese sector de la población mueren 48 niños por cada mil nacimientos, contra 25 muertes por cada mil nacimientos en otras partes del país.
El UNICEF retoma cifras del Segundo Conteo Nacional de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), según el cual, al menos 720 mil indígenas no hablan español. Aunado a ello, las cifras de la oficina de UNICEF en México indican que 90 por ciento de los integrantes de grupos étnicos vive en la pobreza, lo cual redunda en el bajo nivel educativo de los niños. Asimismo, se estima que su tasa de analfabetismo es cuatro veces mayor al promedio nacional. Entre los grupos étnicos llega a 40 por ciento de los mayores de 15 años, mientras que a nivel nacional es de 8.5 por ciento.
La oficina del UNICEF indicó que muchos niños indígenas dejan de ir a la escuela porque tienen que trabajar, y al citar otro estudio del INEGI, detalló que el 36 por ciento de los menores de entre seis y 14 años tiene alguna actividad productiva.
Destacó que los pueblos indígenas tienen un alto índice de migración hacia las zonas agrícolas del Norte de México y sólo siete por ciento de los hijos de los jornaleros agrícolas asiste a la escuela.