En sala de radio de Cruz Roja de Gómez, se recibió una llamada de C4, en la que solicitaban auxilio de una ambulancia, para que interceptara a un taxi en el que viajaba un pequeño para ser atendido por unas graves quemaduras. En la llamada que recibieron en C4, se dijo que cuando jugaba con otros niños, Anthony, de 10 años, fue rociado con alcohol, y enseguida le prendieron un cerillo. Con los gritos del pequeño, sus padres salieron y al verlo envuelto en llamas, lo apagaron como pudieron y buscaron un taxi para llevarlo a curar. En la cara y el torso de Anthony se hicieron quemaduras de primero y segundo grado. Llegó en una ambulancia a la clínica 51 del Seguro Social. Su estado es grave.