La violencia es un problema social que cada vez se propaga en el ejido La Victoria de San Pedro, Coahuila. La ha desatado la excesiva venta de alcohol, según las amas de casas quienes temen por la seguridad de sus hijos menores.
Más ahora cuando con el pretexto de ir a la miscelánea propiedad de Francisco Murguía, los adolescentes y hasta niños de 11 años, se trasladan al interior del local donde funciona una especie de taberna.
“Esta situación ya nos escandalizó, porque el señor no debe aceptar que ellos se introduzcan a la cantina, pues no tienen la edad, lo malo es que aquí no hay quién nos ayude...”, dijeron las amas de casa que pidieron el anonimato.
Relataron que el fin de semana se presentó un pleito entre varios sujetos, que salieron bien tomados del lugar, “la trifulca dejó heridos a los hijos de la vecina de enfrente, pues los machetearon y salieron huyendo”.
Manifestó que los jóvenes están en un hospital de San Pedro internados y los culpables se dieron a la huida. “Aquí pasan muchas cosas, no hay Ley y ni quién la haga valer”.
Los viernes por la tarde empiezan a tomar y los policías, “al verlos, se acercan y hasta los saludan... la verdad es que nada más van por su ‘moche’”.
Una de las denunciantes aseguró que todo el día hay borrachos en el ejido. “Hay mucho vicioso, lo que no entiendo es cómo le hacen para costear su vicio, si aquí el trabajo en el campo está bien agotado y le dinero es poco para la manutención de nuestros hijos pequeños”.
Dijeron que están por elaborar un documento con toda la problemática que en La Victoria se vive por causa del alcohol y de la “mano tibia” de las autoridades municipales que no hacen nada por controlar la situación.
“Pensamos nombrar una comisión de señoras a fin de que acudan hasta Saltillo para una entrevista con el gobernador, Humberto Moreira Valdés, a quien entregaremos dicho documento a fin de que ponga un remedio”, señalaron.
“Tiene que haber algo para acabar con esta situación, lo primero es que procedan a cerrar la cantina del tal Francisco, porque ahí venden todo el santo día y sin control, y luego que establezcan programas de capacitación para los muchachos a fin de que se entretengan aprendiendo algo provechoso”, dijo una de las denunciantes.