Al acercarse el Día de Muertos, el Panteón Municipal se encuentra casi listo para recibir a miles de personas que visitan a sus difuntos entre el primero y dos de noviembre.
José Luis Arreola, responsable del camposanto, dice que están realizando los últimos toques de pintura de las pilas para darle una mejor presentación al panteón.
“De hecho, la limpieza es siempre por parte de los trabajadores y esta temporada con más ganas. Desde el primero de octubre se iniciaron los trabajos por parte de Servicios Públicos Municipales y estamos a punto de terminar”, explica.
El empleado municipal dice no tener estadísticas del número de personas que suelen acudir el primero y dos de noviembre. “Lo único que puedo decir es que son miles de personas y comienzan a llegar desde las seis de la mañana. Muy temprano ya hay gente y a media mañana son muchísimas las personas que llegan”.
Durante un recorrido al panteón, El Siglo de Torreón constató la limpieza existente en todo el camposanto, donde las pilas ya tienen agua y se pueden ver algunos mosquitos, que asegura el director de Salud Municipal, Aurelio Quiñónez Moreno, no se trata del Aedes aegypti, transmisor del dengue.
SE PODRÁ UTILIZAR AGUA
Quiñónez Moreno adelanta que sí habrá permiso para que las familias que acudan al panteón, puedan hacer uso del agua y limpiar las lápidas o colocarla en los jarrones donde depositen las flores.
“El año pasado también se dio permiso para el agua y no tuvimos ningún problema. Aplicaremos abate a las pilas con agua para evitar los mosquitos y los riesgos”, añade.
Menciona por último que es una tradición de los mexicanos el asistir a los panteones el Día de Muertos para evocar a sus seres queridos que ya no están en este mundo, limpiar sus rumbas y colocar flores, de tal manera que se deben brindar todas las facilidades para ello.
Vendedores ambulantes
Los vendedores ambulantes también se preparan ya con la finalidad de establecerse durante los dos días de mayor afluencia en el Panteón Municipal.
Desde 200 metros antes de la entrada principal del camposanto, se colocan los vendedores de todo tipo de antojitos, aguas frescas, lonches, gorditas, duritos, caña, dulces y refrescos, entre otras cosas más.
El Día de Muertos se convierte en un verdadero acontecimiento, pleno de recuerdos y el panteón se vuelve incluso un lugar de encuentro entre personas que no se veían desde mucho tiempo atrás.