Para saber Los principales problemas que limitan la producción de los cultivos de temporal en la Región son la sequía, pero también: ■ Presencia de plagas, fallas en la germinación de la semilla y emergencia de plantas lo que afecta la densidad de población. ■ Costos altos de producción en la preparación de tierras y cosecha, la cual es manual; y uso reducido de insumos como fertilizantes y plaguicidas. ■ Además, en condiciones de temporal, se tiene poca disponibilidad de agua de humedad. FUENTE: Sagarpa
Campesinos aprovecharán los escurrimientos del Aguanaval.
Los primeros escurrimientos del río Aguanaval, motivaron a los campesinos el preparar sus tierras para implantar los cultivos de temporal, principalmente sorgo y maíz forrajero.
En el área comprendida en los ejidos El Sacrifico, El Refugio, San Isidro, Rosita, Barrial de Guadalupe, Flor de Mayo, El Dólar, Congregación Hidalgo, Petronilas, se establecen la mayoría de las hectáreas designadas para los cultivos de temporal que en prometido, “son bastantes”.
Sin dar una cifra específica, el ejidatario de El Sacrificio, J. Encarnación Zárate Alvarado, dijo tener conocimiento de que en Zacatecas, la Comisión Nacional de Agua (CNA), continúa vertiendo 30 metros cúbicos de agua que llegan a los canales como el de Mieleras, Guadalupe y el Fresno. También que es de su conocimiento de que se esperan más lluvias en la cuenca del Aguanaval.
Las aguas broncas del río Aguanava, son bastantes benéficas, “más si llegan a tiempo, ya que eso nos permite a los productores coordinarnos para la siembra de muchos cultivos, sobre todo los de temporal que son el maíz, maíz forrajero y escobero”,
En el caso de El Sacrifico, dijo que cada uno de los 54 ejidatarios tiene un total de 6 hectáreas y que dependiendo del volumen del agua que llegue, será la cantidad de superficie de cultivos que se establezca.
“Sí es suficiente, cada uno estaremos sembrando en las 6 hectáreas, pero sino en 3 o 4, según la cantidad, dado que hay que recordar que la superficie establecida de los cultivos, tiene que contar con la suficiente humedad para que se dé el éxito del cultivo por esta forma de riego”, indicó.
Expuso que es imposible para él informar sobre la cantidad exacta de las hectáreas cultivables en los ejidos antes referidos, pero notificó que en el caso de Rosita, más de 100 campesinos integran al poblado, en El Refugio, son 140, en San Isidro son 18 y en el Barrial de Guadalupe 60.
Por lo general, cada uno de los ejidatarios es dueño de 6 hectáreas, “por eso, las hectáreas designadas a los cultivos de temporal son bastantes pero el volumen del agua, es lo que permite establecerlas”, manifestó.
Dijo que las lluvias de agosto y septiembre, son básicas para la siembra de enero-febrero. “Bajo el método de rastreo-rodadillo, aseguramos la humedad para ofrecer las condiciones favorables para levantar la cosecha a principios de año con inmejorables resultados”, subrayó.
