Cinco ciudadanos gomezpalatinos acudieron a la Subprocuraduría de Justicia del Estado en la Región Lagunera de Durango para presentar una denuncia penal en contra de cuatro agentes de la Dirección Estatal de Investigación (DEI) por diversos delitos, entre éstos: abuso de autoridad, tortura, lesiones y allanamiento de morada.
La denuncia fue presentada durante la mañana del sábado pasado por Pablo Pacheco Galindo, María de Jesús Ortiz Ortega, Carlos Ruvalcaba Ortiz, Brenda Sarahí Esparza Montoya y Lidia Araceli Ortega Gámez, ante la Agencia Investigadora del Ministerio Público de Delitos contra la Vida y Salud Personal, de la mesa II.
En la citada querella, los dos primeros denunciantes manifestaron que el pasado 30 de octubre, alrededor de las 16:00 horas, cuatro agentes de la DEI acudieron a su domicilio y con lujo de violencia ingresaron al interior, sin orden judicial alguna, y detuvieron a su hijo Carlos Ruvalcaba, aludiendo una orden de aprehensión. Ignorando la presentación de un oficio donde se manifiesta la cancelación de la citada orden.
Durante los hechos, suscitados en el domicilio marcado con el número 1009 de la calle Benito Juárez, en la colonia Sacramento, los agentes de la DEI agredieron a Brenda Sarahí Esparza y Lidia Araceli, provocándoles algunas lesiones, pues solicitaron a los policías ministeriales que dejaran de agredir a Carlos Ruvalcaba, quien permanecía en el piso y se resistió a su arresto.
Los denunciantes señalan que al menos uno de los agentes de la DEI, a quien le mostraron el oficio del juez segundo auxiliar penal para el segundo distrito, empuñó su arma de fuego y amagó a los presentes, incluyendo a tres niñas de 2, 4 y 6 años de edad, quienes observaron los hechos. También establecen que elementos de la Secretaría de Protección y Vialidad de Gómez Palacio, que se localizaban a 25 metros del lugar, no intervinieron pese a observar cuando uno de los agentes de la DEI los apuntó con un arma de fuego.
Posterior a esto, Carlos Ruvalcaba fue trasladado a las instalaciones de la DEI y durante el trayecto fue agredido físicamente y amenazado en diversas ocasiones. Para después llevarlo a los módulos de detención de la Secretaría de Protección y Vialidad.
Finalmente fue enviado al Cereso de Gómez Palacio y de donde se ordenó su libertad la tarde del 31 de octubre, “por no ratificarse la detención legal y por no corresponder a la causa radicada en este juzgado”, detalla el oficio 3639/2008 emitido por la Secretaría auxiliar del Cereso de Gómez Palacio.
