El santista, Matías Vuoso (der.) está listo para el nuevo llamado. (EFE)
Con muchas ilusiones de permanecer en la Selección Mexicana de futbol llegaron las nuevas caras de César Villaluz, Horacio Cervantes, Israel Castro y Julio César Domínguez, entre otros, a la concentración en el Centro de Alto Rendimiento.
El arquero Guillermo Ochoa fue el primero en arribar a las instalaciones del CAR y lo hizo aproximadamente a las ocho de la mañana para evitar contacto con los reporteros.
Los 25 convocados por el técnico sueco Sven-Göran Eriksson cumplieron con el citatorio para trabajar lunes y martes y estar a la espera de la lista definitiva que va a dar el próximo jueves.
Estos entrenamientos son de cara al partido del próximo día 20 ante Honduras en el Estadio Azteca, correspondiente a la tercera ronda clasificatoria de la Concacaf para la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010.
Muchos de los que convocó Eriksson no repetirán en la lista del jueves pues estará integrada en su mayoría por jugadores de clubes europeos, como Rafael Márquez, Pavel Pardo, Ricardo Osorio, Carlos Salcido, Carlos Vela y Giovani Dos Santos, entre otros.
El defensa central Horacio Cervantes, de Monarcas Morelia, expresó que llegó ilusionado por hacer un buen trabajo y permanecer en el seno del Tri. “Tengo que creérmela de que estoy en la Selección para dar lo mejor de mí”.
En ese mismo tono se expresaron varios jugadores que son llamados por primera vez por Eriksson, sobre todo los jóvenes como el “Cata” Domínguez, Villaluz, Castro y otros que tienen la segunda convocatoria como Jaime Correa.
El naturalizado mexicano y ya parte del Tri, el delantero Matías Vuoso, ayer otra vez no tuvo la educación para atender el llamado de una breve entrevista.
Otros jugadores también optaron por entrar rápido a la instalación, como es el caso de Adolfo “Bofo” Bautista y el también delantero Carlos Ochoa.
De acuerdo al plan de trabajo, los jugadores y Eriksson reafirmaron los aspectos tácticos defensivos e iniciarán el entrenamiento al ataque, así como tener control del balón, manejarlo a ras de pasto y con toque de primera intención para desarrollar un futbol vertical.