En este Municipio, el Gobierno es un negocio familiar.
En dos años de Administración, el alcalde Nicolás Muñiz Domínguez y sus principales colaboradores han aprovechado para poner familiares en la nómina e inflar la cantidad de trabajadores en la Presidencia Municipal, tanto, que la nómina llega a la mitad del presupuesto municipal.
El alcalde nombró a su hermano Raúl como director de Obras Públicas y el Cabildo lo respaldó para designar a su consuegro, Raymundo Ortiz Félix, como secretario del Ayuntamiento. Con este ejemplo la mayoría de los regidores y funcionarios de primer nivel aprovecharon la ocasión y colocaron a sus esposos, hermanos e hijos en la nómina municipal.
En la Tesorería Municipal, la nómina se disparó hasta 107 empleados, la misma cantidad que toda la dirección de Seguridad Pública y el doble que el Departamento de Limpieza.
Esto provocó que la mayor parte de los recursos se destine al pago de la nómina. De acuerdo a la página de Internet del Municipio, en el primer semestre de 2007 se destinó más del 53 por ciento de sus recursos al pago de los sueldos y menos del 10 por ciento a la ejecución de obras públicas.
Durante el primer semestre del año pasado, el Municipio ejerció un presupuesto de 18 millones 590 mil pesos, de los cuales destinó 9 millones 988 mil pesos en el rubro de servicios personales y sólo un millón 418 mil pesos en obras.
Después de esa fecha ya no aparecen los informes financieros, pero el síndico de minoría, Eusebio Román Puentes, denunció que la nómina siguió incrementándose y señaló que los familiares de los regidores y funcionarios eran “aviadores” porque perciben puntualmente su sueldo, pero no realizan ningún trabajo para la Administración.
Hasta ahora el Congreso del Estado no ha intervenido para exigirle cuentas al Municipio.