José Cuéllar Nájera (izquierda), será sepultado en la capital; Nemesio Barraza Torres (centro), podría ser llevado a Culiacán; y César Alfonso Lara Pérez (derecha), fue trasladado a Lerdo para su sepelio.
Esperan declaración del lesionado para precisar una línea de investigación
Fragmentos de proyectil de alta potencia, además de casquillos percutidos disparados por armas AK-47, de la llamadas “cuerno de chivo”, y de AR-15, fueron los indicios encontrados en el lugar de los hechos donde fueron ejecutados tres agentes de la Dirección Estatal de Investigación (DEI) a quienes les robaron sus fusiles de cargo y les quemaron la patrulla, informó el vocero de la corporación, Rubén López Gallegos, presumiéndose que los oficiales fueron atacados con una bazuca o con granadas con las que incendiaron la unidad.
Tal y como lo informó El Siglo de Durango en su edición de ayer, el comandante Nemesio Barraza Torres, de 46 años, y dos de sus agentes, José Cuéllar Nájera y César Alfonso Lara Pérez, de 35 y 40 años, respectivamente, fueron ejecutados salvajemente en el municipio de Guanaceví por un grupo de sicarios conformado por más de 15 elementos que se dieron a la fuga en tres camionetas de doble cabina, de color negro.
De esta emboscada resultó lesionado el agente Manuel Gallardo, quien fue trasladado en primera instancia a Santiago Papasquiaro y posteriormente por helicóptero a la capital del estado para su asistencia médica.
LES PUSIERON UN CUATRO
De acuerdo a la versión proporcionada por la Procuraduría, los cuatro elementos policiacos se dirigían de la cabecera municipal citada al poblado El Cebollón, donde supuestamente se había suscitado un robo en una escuela y cuando habían avanzado nueve kilómetros, en un lugar conocido como Puente Río de Chiquilhuite, fueron atacados por los sicarios.
Al parecer los agresores empezaron a disparar para detener a los agentes, logrando escapar en ese momento uno de los policías, posteriormente los ejecutaron y robaron sus armas para finalmente al parecer de un “bazucazo” incendiar la patrulla y reducirla a cenizas.
En ese momento una cantidad importante de agentes se dio cita en Santiago Papasquiaro para dirigirse a Guanaceví con la intención de detener a los agresores, mientras que trasladaban al lesionado al Hospital San Jorge, en la ciudad capital.
PIDEN APOYO A SINALOA Y CHIHUAHUA
Elementos de la Dirección de Servicios Periciales acudieron al lugar de los hechos donde levantaron además de cascajos calibre 7.62 y 2.23, un casco de un arma de alta potencia, al parecer una bazuca.
Al respecto, el titular de Averiguaciones Previas, Antonio Molina Ravelo, informó que los cuerpos de los occisos presentaban más de diez impactos de bala cada uno y que ya pidieron el apoyo de las autoridades vecinas, como lo es Chihuahua y Sinaloa, para lograr detener a los asesinos.
Así mismo se conoció que el oficial lesionado sufrió dos impactos de bala y se espera que ya esté en condiciones de rendir su declaración para que aporte más elementos y poder precisar una línea de investigación.
EN CUMPLIMIENTO DE SU DEBER
De acuerdo a la información proporcionada por la Procuraduría General de Justicia del Estado los agentes atacados en el municipio de Guanaceví murieron en el cumplimiento de su deber, ya que iban a cubrir el servicio de un supuesto robo en una escuela, delito que se presume nunca existió, más bien fue el “gancho” para atraer a los policías.
Se comentó que el cuerpo de César Alfonso Lara Pérez fue trasladado al municipio de Lerdo, de donde era originario, mientras que el de Nemesio Barraza Torres es probable que se lleve a Culiacán, Sinaloa, para su sepultura, así mismo se corroboró que al agente José Cuéllar lo velarán y sepultarán en la capital para realizarle un homenaje póstumo.
