Cursos de computación básica para invidentes se imparten en la biblioteca pública Francisco Zarco, junto al teatro Alvarado, como parte de un proyecto integral para este grupo vulnerable.
Un proyecto encaminado a integrar a los invidentes a la vida productiva y social, se desarrolla en las instalaciones de la biblioteca pública Francisco Zarco, el que poco a poco ha ido despertando el interés de este grupo vulnerable.
Javier Díaz, coordinador de las actividades, mencionó que desde hace algunos días comenzó la segunda fase del proyecto, que está relacionado con la exploración y conocimiento de la computadora para el aprendizaje en sus funciones básicas y manejo de programas.
Aunque ya concluyó el primer curso de braille en el que se graduaron tres personas luego de cinco meses de capacitación, estas clases se siguen impartiendo a las personas que llegan interesadas en aprender el lenguaje de los ciegos, pues a consideración de Javier, aún existe mucho desconocimiento de esta fundamental herramienta de comunicación para las personas que han perdido el don de la vista.
El proyecto cuenta con el respaldo de las autoridades municipales, las que durante la graduación de los alumnos del sistema braille, se comprometieron a regalar diez perros guías a las personas que los requieran para apoyarse en sus actividades diarias.
Javier Díaz dijo que los perros entrenados tienen un costo elevado que no todas las personas ciegas pueden cubrir, de ahí la importancia del apoyo.
Para el desarrollo de las actividades, la Coordinación Estatal de Bibliotecas autorizó la instalación de tres computadoras en distintas sedes, y la idea es que en el futuro, cada biblioteca cuente con un equipo a cargo de invidentes para extender las actividades de capacitación que por ahora sólo se desarrollan en la Francisco Zarco, a un costado del teatro Alberto M. Alvarado.
El sábado cuatro iniciaron las clases de inglés en todos los niveles no sólo para los invidentes, sino para personas con cualquier otra discapacidad y público en general, aunque en este último caso tendrá un costo módico.
Javier Díaz informó que todas estas actividades están encaminadas a que los invidentes desarrollen habilidades y se capaciten para que puedan desempeñar algún oficio y obtengan un ingreso económico.
“Aunque muchos tienen el interés de aprender cosas nuevas, los pocos ingresos económicos no les permiten siquiera venir a donde se imparten las clases”, por lo que también se pidió el apoyo de autoridades municipales con recursos para los gastos de traslado.
Otro de los obstáculos es, en ocasiones, la propia familia cuando se convierte en sobreprotectora y esto impide a los invidentes hacer una vida normal y tener la oportunidad de socializar con quienes están en la misma condición, lo que a decir del coordinador, ocurre con las mujeres ciegas en mayor proporción.
Socorro es una profesionista que acude a los cursos de capacitación “porque esto te ayuda a desenvolverte y seguir con tu vida”, luego de que desde hace tres años perdió la vista a consecuencia de una neuritis (inflamación) del nervio óptico.
Sergio, quien al igual que Socorro se adiestra en el manejo del teclado, ha desarrollado la capacidad para elaborar aretes y otra bisutería con cuentas diminutas, los cuales ofrecen a la venta los domingos en el parque Morelos.
“Esto lo hacemos en nuestros ratos libres, queremos demostrarle a la sociedad que sabemos hacer algo y podemos desempeñar cualquier oficio igual que los demás”, indicó Sergio.
Díaz dijo que la invitación está abierta a quienes deseen capacitarse, las actividades se desarrollan los miércoles, jueves y viernes a partir de las diez de la mañana.