Debido a la crisis financiera que afecta a Estados Unidos, Alejandro Nava Vélez, secretario general de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA) consideró que habrá una disminución en el tráfico de pasajeros para México el próximo año. “Tenemos que buscar mecanismos para seguir sobreviviendo, yo creo que a lo mejor será alguna reducción de tarifas, pero con un límite”.
Por otro lado espera que en el 2009 tienda a estabilizarse el precio de la turbosina, “va a haber menos demanda, a nivel mundial muchas líneas aéreas están cerrando, quebrando, se están haciendo a un lado y eso va a ayudar”.
De mantenerse el alto precio del combustible, indicó que las compañías aéreas tendrán que ajustar las tarifas y buscar mecanismos para que los empleados sean más productivos, como ahorros en viáticos, gastos de alimentación, entre otros. De hecho manifestó que en el nuevo contrato de trabajo con Aeroméxico se dio una disminución de los gastos de alimentación, “buscando que se gaste menos dinero y lo más importante, que se pueda preservar el salario de los pilotos”.
El representante de los pilotos informó que ASPA llegó a un acuerdo con Aeroméxico para aumentar el salario de los trabajadores 6.8%, que corresponde a la inflación actual más un punto porcentual.
Lo anterior más la entrega de un bono por asistencia que corresponde a un día de salario por no tener faltas en un mes. Destacó que el convenio es por tres años, lo que les permitirá despreocuparse de los aumentos a la inflación por un buen tiempo.
Nava Vélez no espera que Aeroméxico los sorprenda con “alguna sorpresa” como ocurrió con el sindicato de sobrecargos al que Aeroméxico demandó con un conflicto de naturaleza económica cuando unos meses atrás habían llegado a una negociación del Contrato Colectivo de Trabajo que aparentemente era favorable para ambas partes. “Estamos en paralelo, no en sentidos contrarios para que esto funcione, yo espero que no se les ocurra hacer una cosa de esas porque sucederían cosas muy fuertes”.
En su opinión la demanda de carácter económico en contra de ASSA no fue lo mejor, “cuando en realidad (la empresa) debía de haber puesto una propuesta de un convenio para la productividad, las cosas hubieran sido diferentes”.