En el mercado hay un exceso de oferta y las aerolíneas presentan bajos rendimientos.
El alza en la turbosina, la crisis económica, el debilitamiento del dólar se convierten en focos rojos de la industria.
La industria aérea en México no está exenta de vivir una crisis similar a la que vive Estados Unidos, advierten especialistas.
El alza de la turbosina, la crisis económica estadounidense, el debilitamiento del dólar y la dura competencia entre las aerolíneas son factores que presionan a la industria, señala la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés).
En abril, la IATA redujo las expectativas de ganancias de la aviación mundial a 4.5 mil millones de dólares para 2008 y para EU estima sólo 1.8 mil millones. Según la asociación, la situación económica en esa nación se ha deteriorado, y si se falla en revertir la crisis hipotecaria, la turbulencia en la industria podría empeorar. “Además, la confianza de los consumidores bajó en marzo a niveles consistentes con una severa recesión”. En un informe, la IATA manifiesta que para limitar el daño en las ganancias se deberá exprimir aún más las ganancias futuras.
Para Javier Christlieb, presidente de la Cámara Nacional de Aerotransportes de México (Canaero), la situación que prevalece en el mundo y no únicamente en EU se deriva principalmente del incremento en el precio del combustible, lo que ha originado que los costos de las empresas se eleven, empujados por una necesidad de hacer frente a otros factores como la reducción de tarifas.
En particular, dice que en EU se empezó a generar un clima de previsión de los consumidores, derivado de las distintas versiones de crisis económica, de peligro de desaceleración e incluso de recesión, que obliga al cliente a posponer sus decisiones de viaje o a cancelarlas.
“Tenemos que tomar previsiones como empresas mexicanas, por eso se toman medidas de reducciones severas de costos, de racionalización del gasto, de eficientar procesos administrativos, negociaciones con aeropuertos y de propuestas de precios de turbosina”, expone.
En su opinión, sin importar el tamaño de la crisis financiera o su duración, en la medida en que las empresas mexicanas se preparen y logren apoyos recíprocos con aeropuertos, servicios turísticos y el gobierno, estarán en mejor posibilidad de hacer frente a la situación.
Juan Antonio José, consultor del sector aéreo destaca que la situación de Estados Unidos se puede repetir con facilidad en México
“Sufrimos con el alza de la turbosina y una demanda elástica del transporte aéreo, es decir, que el consumidor reacciona a los incrementos, por lo que si aumentan las tarifas, baja la cantidad de viajeros”, considera. Además, en el mercado hay un exceso de oferta (más asientos en el mercado), las aerolíneas presentan bajos rendimientos y para lograr sus factores de ocupación tratan de mantener los precios al mismo nivel, pero ahora con costos cada vez más altos.
“Las empresas que estaban más o menos bien entran en un estado difícil, las que de por sí estaban vulnerables, entran en un estado crítico, por ejemplo, Líneas Aéreas Azteca, que ya está desapareciendo y Aviacsa que puede tener un panorama más complicado”, expresa.
Por otro lado, indica que el modelo de negocios de las aerolíneas de bajo costo está pasando a una nueva etapa, por lo cual se observarán consolidaciones, maduración, pero también posibles quiebras o fusiones.
“Las que quebraron en EUA fue porque entraron a un mercado sumamente competitivo, con bajos rendimientos, eran líneas aéreas pequeñas y no tenían la capacidad y el tamaño adecuado para seguir sorteando la turbulencia, y lo mismo puede pasar en México”.
Con la diferencia de que en México, las empresas deudoras están menos protegidas, sin contar con un sistema como el de EU de bancarrota (Capítulo 11), acota.
Fernando Gómez, consultor del sector aeronáutico comenta que en el país vecino la industria recibe apoyos y subsidios pues es considerada un motor esencial de la economía.
En su opinión, el problema en México radica en la depredación del mercado donde las líneas aéreas compiten por las mismas rutas; algunas ofrecen tarifas muy bajas, pero esto será una ilusión pasajera.
Recesión profunda
La crisis financiera en Estados Unidos afecta ya a sectores de la economía real que se creían sólidos y protegidos:
- Los indicadores de la economía estadounidense apuntan a la baja, sea en la confianza de los consumidores el nivel más bajo de los últimos 26 años- hasta la pérdida de empleos, con la inflación aumentando por los altos precios de carburantes y alimentos.
- A esto se suma la devaluación del billete verde, que está afectando a las exportaciones y su
impacto alcista en los precios de las materias primas, las commodities.
- La baja en la tasa de interés por parte de la Reserva Federal no ha bajado el costo del financiamiento
ni aliviado tanto la contracción del crédito.
- Otros economistas, como Avery Shenfeld del CIBC World Markets, consideran que las medidas tomadas por los bancos centrales y las que tomará el Gobierno estadounidense, ayudarán a reducir las pérdidas financieras, lo que evitará una recesión grave.