El director gerente del Fondo MonetarioInternacional, Dominique Strauss-Kahn asegura que el segundo semestre será más difícil.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó ayer que la economía mundial se desacelerará más en la segunda mitad del año ante la caída de la demanda y creciente nivel de inflación, resultando en un crecimiento anual de 4.1 por ciento.
Ante ello, el FMI consideró que las autoridades deberán centrar sus esfuerzos en contener la creciente presión inflacionaria, derivada en la mayoría de los casos del alza de precios en energéticos y alimentos, ‘sin perder de vista los riesgos del crecimiento’.
‘En muchas economías emergentes se necesita una política monetaria más restrictiva y austeridad fiscal, conjugadas en algunos casos con una gestión más flexible del tipo de cambio’, dijo el FMI en su más reciente reporte de Proyecciones Mundiales de Crecimiento.
Advirtió que debido a que es improbable una moderación apreciable en las presiones de precios en un futuro previsible, ‘el desafío para estos países será hallar fórmulas para asegurar el abasto de alimentos’.
‘Sin alimentar al mismo tiempo la inflación ni agotar las reservas de divisas’, alertó.
Aunque el crecimiento previsto para este año será menor al cinco por ciento de 2007, la proyección significa una mejora respecto a la que el fondo anticipó en el mismo reporte dado a conocer en Washington durante su reunión anual de primavera.
En ese entonces el crecimiento de la economía mundial proyectado para 2008 fue ubicado en 3.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Sin embargo, el FMI reconoció que la economía mundial está ahora en un ‘momento difícil’, debido a potenciales efectos inflacionarios y enfrentando riesgos más severos, como la posibilidad de una recesión global.
‘Existe una posibilidad de una recesión global y si bien el riesgo es el mismo (que lo anticipado en abril) la situación se ha tornado más complicada por la inflación’, dijo el director de Investigaciones del FMI, Simón Johnson, al presentar el reporte.
El fondo señaló que la carestía de alimentos y los energéticos han colocado a algunos países ‘al filo de la navaja’, en especial los de mediano y bajo ingreso.
Consideró que estos no sólo enfrentan dificultades para asegurar un abastecimiento adecuado de alimentos para los más pobres de su población, además ‘corren el riesgo de perder la estabilidad macroeconómica lograda en los últimos años’.
En su reporte, el FMI expuso que en las economías avanzadas la confianza de las empresas y los consumidores continúa deteriorándose, a la vez que los niveles de producción han mantenido su declive.
En el caso de Estados Unidos, el FMI también revisó sus proyecciones de crecimiento, ubicándolo en 1.3 por ciento, a diferencia del uno por ciento que había anticipado apenas el mes pasado, mejorando para 2009, cuando anticipó que este será de dos por ciento.
Las proyecciones de crecimiento en la zona euro y en Japón también muestran un enfriamiento para el segundo semestre, anticipando que la expansión al final del año se colocará en 1.2 y 1.5 por ciento de manera respectiva.
Por lo que respecta a las economías emergentes, el FMI previó una baja en el ímpetu de la marcha económica como resultado de lo cual su crecimiento este año se colocará alrededor del siete por ciento, a diferencia del ocho por ciento de 2007.
Esta baja afectará a países como China, el principal motor detrás del impulso en el crecimiento de este bloque, cuyo crecimiento este año se anticipa será de diez por ciento, en contraste con el 12 por ciento de año pasado. El fondo estimó, no obstante, que los riesgos en torno al nuevo pronóstico ‘están equilibrados’.
Sin embargo, ‘los riesgos financieros permanecen elevados, ya que las pérdidas crecientes que acompañan la desaceleración mundial podrían agudizar las presiones sobre los capitales y reducir aún más la disponibilidad de crédito’, señaló el FMI.
Recomiendan restricción
El Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló ayer que las autoridades monetarias en Latinoamérica deberán mantener las políticas restrictivas que se han implementando este año a fin de mantener a raya las presiones inflacionarias. ‘Los bancos centrales en la región han sido pro-activos en hacer más restrictivas las políticas y eso ha ayudado en anclar las expectativas inflacionarias’, y deben seguir, dijo el subdirector del Departamento de Investigaciones del FMI, Charles Collyns.
Indicó que aunque la región ha venido experimentando un rápido crecimiento económico al igual que otras regiones emergentes, la expansión proyectada para 2008, no mantendrá el ritmo de años anteriores.
Al presentar en Washington su actualización del reporte Proyecciones Mundiales del Crecimiento, la institución anticipó que el crecimiento en el hemisferio será este año de 4.5 por ciento, desacelerándose a 3.6 por ciento en 2009.
El reporte destacó los casos de Brasil y México, proyectando un crecimiento de 4.9 y 2.4 por ciento, de manera respectiva, para este año, y anticipando una baja de 4.0 por ciento para el primero en el 2009, en tanto que en el segundo la tasa sería similar.
En ambos casos, el FMI actualizó al alza sus proyecciones, ya que en el primer reporte dado a conocer en abril había anticipado un crecimiento de 2.0 por ciento del PIB para México y de 4.9 por ciento para Brasil.
Collyns explicó que la ligera modificación fue el resultado de una mejor posición en las exportaciones de ambos países, que se han visto favorecidas por el alza en los precios de algunos productos básicos, además del petróleo.