Las cerreteras federales han sido escenario de gran cantidad de accidentes en los que se ven involucrados los tráilers de carga.
El derrame de sustancias corrosivas sobre el suelo, generado por un accidente carretero en el que un tráiler se volcó sobre la carretera que conecta a Cuencamé con Fresnillo, produjo un ligero impacto ambiental.
Durango. A más de dos semanas de que se registrara un accidente en el tramo carretero que comunica al municipio de Cuencamé con Fresnillo, del lado de Durango, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que se tuvieron que tomar algunas medidas urgentes para evitar un impacto ambiental que pudo ser más severo si no se hubiera actuado de inmediato. Lo que contó mucho fue la disposición de la empresa distribuidora.
Percance. Fue el sábado 21 de junio cuando un tráiler que transportaba radiadores para vehículo sufrió una volcadura en el municipio de Cuencamé, en la rúa que conduce a Fresnillo, Zacatecas. El percance ocasionó que los radiadores comenzaran a verter las sustancias con las que funcionan, sobre el suelo en un radio de 20 metros cuadrados, con el riesgo de que los mantos friáticos se contaminaran.
En ese momento la Profepa procedió a hacer las evaluaciones correspondientes para determinar las medidas que implementaría para evitar daños a la ecología y las posibles sanciones a las empresas involucradas.
Medidas. Esta semana Paulino Córdoba, delegado de la Profepa, informó que se dictaron algunas medidas de aplicación entre las que estaba la urgente neutralización del ácido que se derramó en la superficie, además de que se retiró la tierra sobre la que había caído. “Esto se hizo en menos de cinco días, hay que reconocerle a la empresa la voluntad de hacer todas las medidas que se dictaron e inclusive algunas más que la misma empresa sugirió”, declaró el funcionario federal.
Sanciones blanditas. “Independientemente de que el problema de contingencia fuerte ha sido resuelto y superado, el procedimiento administrativo se abrió. Estamos ahora en un proceso en donde se le emplazará a la empresa a presentar todas las pruebas, documentales y los testimoniales que acrediten un poco la posibilidad de disminuir lo que para nosotros pudiera ser sancionable”, aseguró Córdoba Quiñones.
Seguirán las indagatorias. Las evaluaciones se prolongarán y el titular de Profepa estima que pronto se estará dictando alguna resolución final que habrá de generar un catálogo de medidas definitivas, que pueden ser llevar incluso a la sustitución de algunas especies forestales que ahí pudieron verse afectadas y por último la sanción que tiene que darse.
Impacto mínimo. “Siempre hay impacto cuando sucede este tipo de cosas, negarlo sería ilógico. Aquí el hecho de haber retirado tierra, inclusive de haber inyectado una sustancia para la neutralización pues eso impacta al medio ambiente”.
Juan Manuel Cárdenas
El Siglo de Durango
Lluvias implicaban riesgo
Durango. El Siglo de Durango informó oportunamente del problema que existía en la zona del accidente, el derrame del ácido corrosivo abarcó una zona de 20 metros cuadrados e inicialmente la preocupación era que con las posibles lluvias que se registraran en la zona, se produciría la filtración del contaminante hasta los mantos friáticos. Llegando al agua que finalmente serviría para consumo doméstico, para riego de zonas agrícolas y para el ganado; por lo que era apremiante que se tomaran medidas de prevención al impacto ambiental y hasta humano.
(datos)
La medida que se empleó de manera inmediata fue la extracción de la tierra en la que se derramó la sustancia para evitar que se filtrara.
Como medida de prevención se “inyectó” la tierra con químicos neutralizantes y se evalúa retirar algunos árboles y plantas contaminadas.