Soldados de la base militar de Fort Bliss, Texas, recibieron el fin de semana la orden de no cruzar a México durante sus días francos, debido al aumento de la violencia asociada al crimen organizado en la frontera del país. (Archivo)
Alertan a militares en El Paso sobre la violencia que se vive en México; ven riesgos de salud, seguridad, bienestar y moral.
Los altos índices de violencia en la frontera han obligado a los mandos militares de Fort Bliss, en El Paso, a ordenar a sus soldados que eviten cruzar la frontera por la inseguridad que se vive en Ciudad Juárez, México.
Desde este fin de semana viajar a territorio mexicano queda “fuera de límites” para el personal militar de Estados Unidos destacado en el fuerte de El Paso debido a la violencia ocasionada por los cárteles de droga en esta región.
Oficiales del fuerte indicaron en un comunicado interno que se suspenden los pases de permiso para visitar Juárez ya que existe “un riesgo inaceptable de salud, seguridad, bienestar y moral” para el personal.
La orden del fuerte coincide con la visita a la ciudad del subsecretario de Estado para asuntos de Narcóticos de EU, David T. Johnson, quien el viernes dijo durante una conferencia que la violencia en la frontera ha aumentado debido a la lucha del Gobierno mexicano en contra de los cárteles del narcotráfico.
Johnson aseguró que esta violencia ha cobrado en Ciudad Juárez la vida de 22 personas en lo que va del año, incluida una menor de 10 años que murió cuando una bala atravesó una de las paredes de su vivienda.
“La disposición será efectiva tan sólo por un periodo corto de tiempo, y hasta que las cosas se tranquilicen y no se perciba la existencia de peligro para los soldados o cualquier persona que vaya a Juárez”, dijo ayer la portavoz del fuerte, Jean Offut.
Indicó que la disposición será analizada en dos semanas cuando se determinará si se extiende, o si existen las condiciones para levantar la orden y que los soldados puedan cruzar la frontera para visitar a familiares y amigos.
El Hospital Thomason de El Paso se encuentra actualmente custodiado por agentes federales así como del alguacil del condado, para proteger a un oficial de la policía mexicana que fue trasladado ahí la semana pasada luego de haber sido atacado por un comando armado en Ciudad Juárez.
El comandante Fernando Sandoval Lozano, de la Policía Estatal de Chihuahua recibió el lunes pasado varios impactos de bala y fue llevado -a petición de su familia- a El Paso, donde su estado es grave pero estable.
También a mediados de mes fue encontrado muerto en el interior de su patrulla y a consecuencia de un impacto de bala un agente de la policía municipal de Juárez, mientras que el coordinador de operaciones de la misma dependencia fue asesinado en el interior de su camioneta por un comando armado.
Ciudad Juárez se encuentra resguardada por la Policía Federal, sin embargo, este fin de semana fue encontrado un cartel en un monumento público con los nombres de policías atacados durante el pasado año y los de otros efectivos considerados como posibles blancos del crimen organizado.
El Departamento de Estado de EU mantiene vigente una advertencia en la que llama la atención sobre la inseguridad en las fronterizas mexicanas debido al crimen organizado, y advierte de los peligros del fuego cruzado durante ataques de comandos armados.
Asimismo, señala que en años recientes se han reportado docenas de secuestros de ciudadanos estadounidenses, muchos de los cuales no han sido resueltos.
...Y ejecutan a cinco, entre ellos un estadounidense
La ola de ejecuciones en territorio chihuahuense dejó otras tres víctimas, dos de ellas en esta frontera y otro en el municipio de Guadalupe y Calvo, en la zona serrana al suroeste de la entidad.
Dos ejecutados fueron localizados en la zona de los arenales del ejido Jesús Carranza, al este de Ciudad Juárez, donde se asegura los llevaron aún vida, pero luego de torturarlos les dispararon en la cabeza con armas calibre .9mm.
Los ejecutados fueron identificados como el ciudadano norteamericano Francisco Javier Mejía, de 23 años de edad, quien era constructor en El Paso, Texas, en tanto que el otro era Luis Carlos Contreras Cota, de 21 años, quien se dedicaba a la venta de autos usados.
Otra ejecución se registró en el poblado La Sierrita, en el municipio de Guadalupe y Calvo, en los límites de la línea divisoria con el estado de Durango, donde un hombre entrenaba a un grupo de sicarios y decidió disparar contra dos personas que cruzaban por un camino.
En la agresión murió el campesino Guadalupe Silla Bejarano, de 44 años de edad, quien recibió una descarga de 26 impactos de rifle AK-47.
Por otra parte, Víctor Hugo López, fue encontrado ejecutado de dos balazos en la cabeza en el entronque de la carretera que comunica a la comunidad de Ejido Viejo y Coyuca de Benítez, en la Costa Grande de Guerrero.
Además, ayer se encontró en una parcela del poblado de Tamarindo de Culiacán, el cuerpo de Jesús Humberto Chávez Araujo, de Navolato.
De acuerdo a las primeras investigaciones, esta persona, de 37 años de edad, fue reportada como levantado en forma violenta por un grupo armado el domingo pasado.
Caen militares ligados con Beltrán
Un agente del Ministerio Público Militar y tres elementos del Ejército fueron arrestados por su presunto nexo con el narcotraficante Alfredo Beltrán Leyva, “El Mochomo”, capturado en Culiacán, Sinaloa, la semana pasada.
Fuentes oficiales de la Procuraduría General de la República (PGR) informaron que Antonio Pérez Chávez, quien según el reporte tiene el grado de Mayor, es el agente del Ministerio Público del Ejército que fue detenido para ser investigado por su relación con uno de los operadores del Cártel de Sinaloa.
De los otros tres militares no se proporcionó identidad, pero se precisó que todos fueron trasladados el sábado 26 de enero a la Ciudad de México.
Alfredo Beltrán Leyva fue detenido el 21 de enero, según las fuentes de la PGR, investigaciones al interior de la Novena Zona Militar, con sede en Culiacán, y datos obtenidos tras la captura del “Mochomo” revelaron la presunta conexión entre los militares y grupos del narcotráfico.
Detallaron que los cuatro militares, quienes se encontraban al mando del comandante de la Novena Zona Militar, General Noé Sandoval, fueron llevados al Aeropuerto Internacional de Culiacán y de ahí se les trasladó a la Ciudad de México para enfrentar acusaciones por vínculos con el narcotráfico.
Caen extranjeros con droga en aeropuerto
La Policía Federal detuvo en el aeropuerto capitalino a dos extranjeros que pretendían viajar a Italia con más de medio kilo de cocaína.
Lo Sasso Carmine, un italiano de 39 años, y Barker III Robert Warren, de 36 y de origen estadounidense, fueron detectados el domingo al mostrar nerviosismo desde su ingreso a la terminal, a las 10:00 horas, en el área internacional.
Los agentes lo siguieron por medio de las cámaras de vigilancia y esperaron su registro ante las ventanillas de Iberia para tomar el vuelo 6400 de las 12:30 con destino a Nápoles, Italia, con escala en Madrid, España.
Unos 20 agentes federales requirieron a los extranjeros en la sala de espera número 22 para registrar sus pertenencias. A Lo Sasso Carmine le encontraron, a la altura del abdomen, una faja que sostenía dos paquetes rectangulares, con 520 gramos de cocaína.
Alerta Iglesia sobre presiones a narco
El cardenal Juan Sandoval Íñiguez dijo que desconfía de las autoridades, ya que Alfredo Araujo Ávila, alias “El Popeye”, puede ser comprado o forzado para asumirse como culpable del homicidio de Juan Jesús Posadas Ocampo.
“Se pretende orientar la declaración de este señor, al que pueden comprar, al que pueden forzar, para que declare que él fue el que mató al cardenal porque lo confundió con ‘El Chapo’ Guzmán”, señaló el Arzobispo de Guadalajara.
Según Sandoval Íñiguez, cada vez que un narcotraficante es aprehendido se le culpa de haber participado en el homicidio del cardenal Posadas Ocampo, acontecido el 24 de mayo del 1993, en el Aeropuerto de Guadalajara.
La hipótesis de la confusión, dijo Sandoval Íñiguez, fue desechada hace tiempo, y afirmó que las autoridades buscan revivirla una vez más.
Sin embargo, Sandoval Íñiguez dijo que es bueno que lo hayan aprehendido, pues es un delincuente peligroso para la sociedad.
Aseguró que espera que la detención de Araujo arroje indicios sobre quién en realidad mandó matar a Posadas Ocampo.