En pro de los derechos humanos Cuba firmó ayer dos acuerdos internacionales en los que se compromete a resguardar los derechos civiles, políticos y económicos, pero inmediatamente denunció que es Estados Unidos el que priva a Cuba de sus derechos básicos debido al embargo económico. El canciller cubano Felipe Pérez Roque (izq.), en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, firmó el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. (EFE)
Los cubanos esperan la pronta eliminación de al menos una docena de “prohibiciones incorrectas”, que van desde el permiso oficial para viajar a otros países, hasta la descentralización del sector agropecuario.
Fue el propio presidente cubano, Raúl Castro, aún antes de asumir su mandato el pasado domingo, quien denominó a varios lineamientos restrictivos que han estado en vigor por años, “prohibiciones incorrectas”, tema que retomó el pasado domingo.
Ahora, una de las primeras medidas que podrían revisarse es el permiso oficial para viajar a otros países, según demanda expuesta cada vez más a viva voz por los ciudadanos en un proceso de debates públicos promovidos por el propio mandatario en los últimos meses.
“Si yo reúno mi dinero y quiero ir a México, Chile o España por qué tengo que esperar la ‘tarjeta blanca’ (el permiso) para salir. Que me den o no la visa, eso es asunto del país donde voy”, dijo Orlando Torres, empleado jubilado del Ministerio de Comunicaciones.
“Me siento humillado”, agregó al comentar que también se necesita una “carta de invitación” de un amigo o pariente mientras “para cualquier ciudadano, realizar trámites de viaje, obtener pasaporte, visitar otros países y regresar al suyo es un suceso normal de la vida”.
Otra restricción de posible evaluación es el cierre de los servicios de hospedaje en hoteles turísticos a los nacionales, (excepto los cubanos que abandonaron el país), que incluye la imposibilidad de subir a las habitaciones si se es invitado por un huésped extranjero.
“La semana pasada pasé tremenda pena con unos amigos mexicanos en Varadero”, narró María, técnica en rehabilitación física que no pudo alojarse con su esposo en la habitación pagada por los visitantes, en un hotel de ese polo turístico a 140 kilómetros de La Habana.
También figura la venta en divisas de productos no sólo suntuarios sino de primera necesidad, mientras los salarios se pagan en pesos cubanos que son 25 veces inferiores en valor al CUC (divisa local que remplazó al dólar), pues en Cuba hay doble moneda.
Las restricciones a revisar incluyen a la más difundida de las nuevas tecnologías, Internet, que en Cuba es accesible sólo a varias instituciones del Estado y categorías específicas de ciudadanos como académicos, intelectuales, artistas, científicos y periodistas.
A todos ellos, sin embargo, en fecha reciente se les cerró la posibilidad de accesar a servidores en el exterior.
“Cómo es posible que en pleno siglo XXI yo no pueda “chatear” con mi hermano que está en Colombia o buscar notas sobre el Viagra”, dijo Evelio, ex marino mercante de 75 años, quien agregó que tampoco puede adquirir una computadora como sí puede hacerse en cualquier otro país.
La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. con el monopolio de las comunicaciones en la isla, ha explicado que dadas las sanciones de Estados Unidos y las dificultades materiales, las autoridades han dado prioridad al uso social de Internet.
EMPLEOS RESTRINGIDOS
También figura entre los asuntos a revisar las excesivas regulaciones y negativa de dar licencias a algunas modalidades de trabajo por cuenta propia.
Un ejemplo de limitación al trabajo propio es el que afecta a las autorizaciones dadas en la década de los años 90 para instalar “paladares”, como se conoce a los pequeños restaurantes, y que permitió a sus dueños remontar la crisis económica de esa época.
“Yo me gano la vida honradamente. No sé por qué tantos inspectores me hacen la vida un yogur” (agobian), dijo Santiago Pérez quien, sin embargo, confía en que se establezcan menos controles para los trabajadores privados.
Santiago, quien rellena encendedores cerca de un mercado estatal, tiene licencia, pero muchos de sus compatriotas laboran sin permiso en un creciente mercado informal pues los salarios estatales son insuficientes, como lo reconoció el propio Raúl.
Plomeros, carpinteros, electricistas y otros lamentan la falta de cooperativas independientes que, estiman, podrían garantizar bienes y servicios ahora deficitarios y crear puestos de trabajo, aunque el Gobierno sostiene que hay pleno empleo.
También se encuentran aquellos cubanos a los que por la importancia del cargo que desempeñaban les autorizaron hace décadas comprar automóviles de la era soviética, ahora no pueden venderlos (aunque algunos lo hacen arriesgándose) porque está prohibido su “traspaso”.
“Y no sólo eso, yo no puedo meter en mi Lada a un turista extranjero porque si me sorprenden me pegan tremenda multa”, dijo Yasmani, de 25 años, a quien su padre médico le permitió salir como taxista por la noche al regresar del trabajo.
Un ejemplo más es que ante la ausencia de libre contratación laboral, para trabajar en firmas extranjeras los cubanos deben hacerlo a través de una agencia empleadora estatal, que cobra en dólares a esas empresas y paga al nacional en pesos locales que valen 25 veces menos.
BUSH RECHAZA DIÁLOGO CON EL ‘TIRANO’ RAÚL CASTRO
Ningún cambio en la Casa Blanca. El presidente de EU, George W. Bush, dejó ayer claro que no mantendrá diálogo alguno con el nuevo jefe de Estado de Cuba, Raúl Castro, mientras no haya una verdadera democratización en la isla.
“Sentarme en la misma mesa y que me tomen una foto con un tirano como Raúl Castro sólo reduciría el prestigio de mi cargo y elevaría el suyo”, explicó Bush, quien apuntó que tal reunión llevaría al mandatario cubano a decir: “Mírenme, hasta el presidente de EU me legitima”.
Sin duda alguna, prosiguió el presidente, un encuentro con Castro enviaría “el mensaje equivocado” a los defensores de los derechos humanos y sólo contribuiría a dar “prestigio” a quien no es más que un dictador.
Bush no hizo ayer más que enfatizar la postura oficial de la Casa Blanca, que incluye el mantenimiento del embargo, piedra angular de la política norteamericana contra el régimen comunista cubano. El presidente recordó a los ciudadanos que para bien o para mal sigue ostentando en su mano el bastón de mando. (El País)
