La Profepa realiza revisiones constantes en los lugares que tienen permiso para exhibir animales silvestres, comprobando las condiciones de los ejemplares.
En los últimos 15 días se han presentado hechos poco usuales en diferentes puntos de la ciudad donde los protagonistas han sido animales silvestres, primero un zorrillo puso en jaque a una familia de la Zona Centro y luego unos paseantes que caminaban por la Plaza de Armas se encontraron con una serpiente conocida como pitón. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) indica que esto se debe a que hay personas que las adquieren como mascotas y luego intentan deshacerse de ellas de esta manera.
El primer antecedente se remonta a hace un par de semanas cuando personal de la Profepa recibió una llamada de ayuda por una vecina de la calle Cuauhtémoc, en plena Zona Centro, se encontró dentro de su domicilio con un zorrillo, el cual apareció inexplicablemente ahí ante la curiosidad de los habitantes. Cuando los empleados federales lo recogieron analizaron sus condiciones y reportaron que se encontraba bien, lo que indica que al parecer era mascota de alguna casa aledaña y se escapó.
El viernes pasado un grupo de personas que caminaba por la Plaza de Armas se percató de que en una de las jardineras había una serpiente, de inmediato lo informaron a los policías que vigilan la zona y éstos a su vez lo hicieron del conocimiento de Protección Civil, que sujetó al reptil para trasladarlo al Zoológico Sahuatoba.
Paulino Córdoba Quiñones, delegado de Profepa, afirmó que en ambos casos se sentaron precedentes aunque exhortó a la ciudadanía a procurar evitar la compra de este tipo de especimenes, pues requieren de un entorno especial.
Juan Manuel Cárdenas
El Siglo de Durango
