Las promesas de John McCain se hicieron, asimismo, extensivas a Osama Bin Laden, el escurridizo líder de la organización terrorista Al Qaeda al que la administración del presidente Bush ha sido incapaz de echarle el guante.
El virtual candidato presidencial del Partido Republicano, John McCain, dio hoy un importante golpe de timón a su campaña al anunciar el retiro de las tropas de Irak para el año 2013 y la captura de Osama Bin Laden durante su mandato.
El giro copernicano de un hombre que había defendido la necesidad de mantener las tropas en Irak por tiempo indefinido –“aún cuando esta se extendiera 100 años”--, ha sido un nuevo intento por distanciarse de la administración del presidente George Bush, en un terreno que le ha granjeado los peores índices de rechazo en la historia moderna.
"Para enero del 2013 (...) habremos ganado la guerra en Irak. La violencia en el país continuará pero esta será irregular y muy reducida”, aseguró en un alarde futurista el senador por Arizona durante un acto de campaña en Columbus, Ohio en el que se concentró en los que serían los logros al final de su primer mandato.
Desde el inicio de su campaña, McCain había procurado mantenerse en la línea de defensa de la administración Bush para acusar de “irresponsables” y “faltas de visión y liderazgo” las propuestas de los demócratas Hillary Clinton y Barack Obama para promover la reducción gradual y ordenada de las tropas de Irak.
Para la mayoría de analistas políticos, el cambio de postura de John McCain está en relación directa con la creciente oposición de la opinión pública (65% según las más recientes encuestas del Washington Post) a una guerra que sigue consumiendo más de 12 mil millones de dólares al mes y ha causado la muerte de más de 4 mil efectivos estadounidenses y de decenas de miles entre la población civil.
Las promesas de John McCain se hicieron, asimismo, extensivas a Osama Bin Laden, el escurridizo líder de la organización terrorista Al Qaeda al que la administración del presidente Bush ha sido incapaz de echarle el guante.
“Voy a promover un aumento en el intercambio de inteligencia que nos conduzcan a la captura o muerte de Osama Bin Laden”, aseguró McCain al anticipar, asimismo, que bajo su administración “no habrá ningún lugar seguro para Al Qaeda”.
El mensaje de McCain, para dibujar los principios que regirán su política exterior como futuro presidente de Estados Unidos, pasaron revista a los casos de Rusia y China, dos gigantes con un creciente protagonismo en la esfera internacional. “Con estos países trabajaremos a partir de acciones concertadas para persuadir a países como Irán y Corea del Norte a abandonar sus ambiciones nucleares”, dijo McCain en un guiño que parece apuntar hacia el final del unilateralismo que ha practicado la administración Bush.
Precisamente, el virtual candidato republicano reconoció la necesidad de trabajar más con el Congreso y corregir las prácticas y las políticas que han colocado al país al borde de la recesión:
“Cuando cometa errores, lo reconoceré abiertamente y trabajaré para enmendarlos”, dijo McCain para evocar así la crisis económica que hoy se cierne sobre millones de familias en todo el país.
“Para cuando culmine mi primer mandato, la economía estará robusta y promoveremos una reducción de los impuestos”, aseguró para convencer al electorado de la necesidad de apostar por su plan de salvamento de un país al borde de la recesión, con una guerra inacabada y ante una coyuntura histórica que irónicamente podría negarle su victoria en las presidenciales de noviembre próximo.