El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, manifestó hoy en Londres su "firme" determinación a celebrar unas elecciones legislativas "libres" y "justas" y aseguró que después habrá "una transición pacífica" y "un gobierno democrático".
"Tendremos una transición pacífica y tendremos un gobierno democrático fuerte tras las elecciones del 18 de febrero", afirmó el gobernante en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro británico, Gordon Brown, con quien se entrevistó en el marco de su gira europea.
Como ya hiciera en otras escalas del viaje, Musharraf se esforzó hoy por convencer a sus interlocutores occidentales de la transparencia de la cita electoral, prevista inicialmente para el 8 de enero, pero pospuesta tras el asesinato de la líder opositora Benazir Bhutto el pasado 27 de diciembre tras un mitin electoral.
"He informado al Primer Ministro de nuestro firme deseo de seguir adelante con las elecciones y garantizar que sean libres, justas y transparentes. Esa es nuestra determinación y celebraremos las elecciones el próximo 18 de febrero", afirmó el gobernante paquistaní.
El primer ministro británico aprovechó su intervención para urgir a Musharraf a que los comicios sean "transparentes y creíbles".
Brown planteó al mandatario paquistaní otras dos peticiones: que trabaje con todos los partidos políticos para lograr "un futuro pacífico y democrático" para Pakistán y que continúe promoviendo la reconciliación entre las fuerzas moderadas en aras de una mayor unidad frente al extremismo violento.
"Un Pakistán estable es esencial para la seguridad en la región del sur de Asia", subrayó el jefe del Gobierno de Londres, quien insistió en que, para lograr ese objetivo, resulta vital que las elecciones del 18 de febrero sean "creíbles".
"Ahora la prioridad de la comunidad internacional y el Gobierno de Pakistán debe ser garantizar que el proceso democrático sigue su curso", añadió.
En su reunión, los dos gobernantes abordaron también el desafío terrorista y extremista al que se enfrenta Pakistán, al tiempo que estudiaron vías a fin de mejorar la cooperación bilateral para combatir esas amenazas.
Pakistán es "un aliado clave" en la lucha contra el extremismo y el terrorismo, dijo Brown, mientras que Musharraf agradeció la ayuda del Reino Unido para hacer frente a esos problemas.