John McCain, el virtual candidato del Partido Republicano a la Presidencia estadounidense, aseguró ayer que, en caso de llegar a la Casa Blanca, promoverá una política exterior despojada de impulsos imperialistas y una nueva era de colaboración con América Latina.
“Hace cuatro décadas y media, John F. Kennedy describió a los pueblos de América Latina como nuestros más firmes y antiguos amigos, unidos por la historia y la experiencia y por nuestra determinación de impulsar los valores de la civilización americana”, dijo.
“Los americanos del Norte y del Sur compartimos una misma geografía y un destino en común”, señaló McCain al esbozar así su proyecto de unas Américas que “pueden y deben” ser un modelo para las nuevas relaciones del siglo XXI entre el Norte y el Sur.
Aprovechó su intervención ante el Consejo de Asuntos Internacionales de Los Ángeles para desmarcarse de las prácticas unilateralistas de la Administración Bush y para demostrar que, pese a su estirpe militar, no es un militarista y, mucho menos, un dogmático en política exterior. “Nuestro gran poderío no significa que podemos hacer lo que nos venga en gana, ni tampoco asumir que tenemos la sabiduría y el conocimiento suficientes para prevalecer”, aseguró.
“Necesitamos escuchar los puntos de vista y respetar la voluntad colectiva de nuestros aliados democráticos”, enfatizó para asegurar que, si bien, apoya la permanencia de las tropas en Irak y en Afganistán, lo hará con el único fin de evitar el sacrificio inútil de miles de vidas y para garantizar la paz y la estabilidad de la región.
“A veces tenemos que pagar un costo para evitar un precio mayor y más doloroso más tarde”, dijo.
El discurso de McCain desgranó así los principios de su doctrina en materia de política exterior. Una doctrina que, adelantó, tendrá que despojarse de sus enfoques unilateralistas para conseguir la reparación de los lazos trasatlánticos.
“El liderazgo de Estados Unidos en el siglo XXI debe asentarse en el entendimiento de que existe una poderosa fuerza colectiva global que incluye a la Unión Europea y a India, Japón, Australia, Brasil, Turquía e Israel, entre otras naciones democráticas”, aseguró al enfatizar que su política exterior será diferente a la actual y se apoyará en la colaboración y en reparar la imagen de Estados Unidos en el mundo.
“Estados Unidos tiene que ser un ciudadano ejemplar si queremos que los demás nos vean como un modelo. No podemos torturar o tratar de forma inhumana a los sospechosos de terrorismo que hemos capturado. Por ello, creo que deberíamos de cerrar Guantánamo”, aseguró.
“Ganar esa batalla –añadió-, exigirá algo más que Fuerza Militar y habrá que utilizar, entre otros la diplomacia a favor de una alianza global de naciones democráticas para sumarlas a nuestra causa y reforzar los valores democráticos e impulsar intereses compartidos”, consideró.
Finalmente, McCain manifestó que Rusia tendría que ser excluida del G-8 y que, en su lugar, tendrían que ser invitados países como India o Brasil.
Presionan a Clinton para que revele sus ingresos
El precandidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, Barack Obama, exigió a su contrincante, la senadora por Nueva York Hillary Clinton, que demuestre sus ingresos después de que él reveló que sus finanzas se triplicaron entre 2000 y 2006.
Según se ha demostrado en las declaraciones tributarias, el senador por Illinois y su esposa obtuvieron ingresos de por lo menos 240 mil dólares en 2000, los cuales aumentaron a 983 mil 826 dólares en 2006. Pero el mejor año para la pareja fue en 2005, cuando sus ingresos combinados alcanzaron el 1.6 millones dólares, por los honorarios por derechos de autor sobre libros que Barack había escrito.
“Dar a conocer las declaraciones tributarias es algo rutinario y creemos que la campaña de Clinton debería cumplir con esa norma”, señaló Robert Gibbs, director de comunicaciones de Obama. “Si la senadora Clinton comparte esos mismos ideales, todo lo que tiene que hacer es enviar alguien a Kinkos”.
Ante todo esto, Hillary Clinton adelantó que dará a conocer sus ingresos a mediados del mes de abril, antes de las primarias de Pensilvania, las cuales se llevarán a cabo el 22 del próximo mes.
