El presidente Felipe Calderón y Alberto Ruy Sánchez, durante la promulgación de la Ley de Fomento a la Lectura y el Libro, que se llevó acabo en la residencia oficial de Los Pinos . (El Universal)
El presidente Felipe Calderón reconoció el "problema crónico" de la falta de lectura en el país e instruyó a la secretaria de Educación, Josefina Vázquez Mota, a acercar los libros a la gente a través de un paquete de ellos a las viviendas populares.
En el Salón "Adolfo López Mateos" de la Residencia Oficial de Los Pinos, indicó que el problema de la falta de lectura en México "no lo podemos resolver por decreto"; se requiere además un esfuerzo perseverante en la formación de las personas, en la labor de los medios de comunicación y sobre todo en la educación de calidad.
Es vital transformar los hábitos de información y entretenimiento "y es vital también transformar la educación que hace posible en la casa o en la escuela la formación de tales hábitos", dijo.
También por eso, señaló, es importante poder concretar en resultados específicos la alianza por la calidad educativa que se ha emprendido.
Ante escritores, editores, bibliotecarios y libreros, instruyó a Vázquez Mota a que además de revitalizar las bibliotecas se haga un esfuerzo por empatar la política de vivienda popular que su gobierno ha impulsado para gente que gana menos de cuatro salarios mínimos, para que pueda ubicarse una biblioteca básica en sus hogares.
Se trata, expuso, de que los hogares de menor ingreso del país puedan obtener un paquete de libros de 15 o 20 ejemplares, con un diccionario, guías prácticas de salud y alimentación, una historia de México, un atlas geográfico, la Constitución Política, cuentos infantiles, cancionero de música y antologías literarias sencillas.
Ello con el objetivo de que cada uno de los hogares mexicanos de menores ingresos tengan acceso a la lectura y a los libros.
El mandatario firmó el decreto de la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, acompañado por la secretaria de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota; el director general del Conaculta, Sergio Vela; el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, Juan Luis Arzoz; y el director de la revista Artes de México, Alberto Ruy Sánchez.
Esta ley, explicó el mandatario, será un instrumento jurídico, si bien no suficiente sí indispensable que busca apoyar la educación, la difusión de los libros, el hábito de la lectura y el deseo de aprender.
Con toda la polémica respecto del proyecto o las iniciativas de ley del libro, refrendó su compromiso de apoyar esa medida a fin de diseñar nuevas colecciones de distribución masiva a precios accesibles.
Reconoció la labor de ambas cámaras del Congreso de la Unión para la aprobación de esta ley, al tiempo de subrayar la necesidad de realizar mayores esfuerzos para aumentar los puntos de venta de libros, impulsar la diversificación de títulos y promover una sana política de distribución y de comercialización.
Admitió que en su propia casa tenía una "férrea promotora de la ley del libro, entonces diputada", su esposa Margarita Zavala, quien dejó bién claro las cosas en esa materia.
También destacó la participación que tendrá el Consejo Nacional de Fomento para el Libro y la Lectura como un órgano consultivo de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Lo que se quiere es que sociedad y gobierno avancen juntos en favor de la difusión de libro y de la formación de lectores en el país, lo "que estoy convencido es también la formación de mejores seres humanos", detalló.
Apuntó sin embargo que falta mucho por hacer en el tema de la educación y la lectura, pero el de hoy es un paso muy importante para todos, que tomó mucho tiempo y fue difícil de dar.
En este contexto el presidente destacó su gusto por la lectura y recordó que fue precisamente de su padre, Luis Calderón, de quien aprendió el amor a los libros y la admiración por los escritores.
"Quizá la primera experiencia que tuve con un libro que realmente leí no fue muy agradable. Me cambiaron de escuela entre segundo y tercero de primaria y mi mamá (Carmen Hinojosa) me hizo leer una geografía de Michoacán y me quedó bien claro que en julio era la epoca de lluvias moderadas e intensas en el estado".
Agregó que también en esa época leyó las novelas de Salgari que hablaban de corsarios y piratas, "realmente me fascinó la lectura y aprendí la diferencia entre leer por obligación y por placer".
La ley citada fue aprobada por el Congreso el 30 de abril de 2008. Una de las principales tareas encomendadas por la ley al Conaculta es crear y mantener permanentemente actualizada una base de datos, con acceso libre al público, con el registro del precio único de los libros.
De acuerdo con Sergio Vela, toda persona física o moral que edite o importe libros estará obligada a fijar un precio de venta al público para los libros.
Vázquez Mota advirtió a su vez que un 30 por ciento de los mexicanos no ha visitado una biblioteca en toda su vida, 40 por ciento nunca ha entrado a una librería, uno de cada ocho mexicanos no ha leído un libro en su vida y 30 por ciento de los ciudadanos no lo hizo en el último año.