El presidente de EU, George W. Bush, presentó ayer el presupuesto para el ejercicio fiscal del año 2009. (EFE)
El presidente George W. Bush reveló ayer un presupuesto de 3.1 billones de dólares que prevé importantes aumentos de los gastos para la guerra antiterrorista y protege los recortes de impuestos que él dispuso.
La propuesta de gastos, que por primera vez muestra un desembolso de 3 billones de dólares en un periodo de un año, restringe las erogaciones del Gobierno en la mayor parte de las áreas no relacionadas con la seguridad nacional.
Busca también un ahorro de 196 mil millones de dólares en los próximos cinco años en los programas de atención médica del Gobierno, tanto el conocido como Medicare, que es para los ancianos, como en el Medicaid, para los sectores más pobres.
Pero aún con esos ahorros, Bush proyecta que el déficit, que ha ido cayendo, ascenderá a niveles récord: 410 mil millones de dólares este año, y 407 mil millones en 2009. La marca histórica del desequilibrio alcanzada hasta ahora fue de 413 mil millones de dólares en 2004.
La Oposición demócrata criticó el plan de gastos de Bush como una continuación de las fallidas políticas de su gobierno que echaron por la borda con un vaticinio de superávit de 10 años de 5.6 billones de dólares y lo reemplazaron una deuda récord y en ascenso.
“El presupuesto tiene todas las marcas del legado de Bush: lleva a más déficit, más deuda, más recortes impositivos, más reducciones de servicios fundamentales”, manifestó el presidente del Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes, el legislador demócrata John Spratt.
Como una medida de ahorro, Bush abandonó la práctica de enviar 3 mil copias de papel del presupuesto a los miembros del Congreso y los medios de prensa, y en su lugar publicó todo en la página de Internet www.budget.gov.
Los demócratas bromearon que Bush dejó de repartir las copias impresas porque se quedó sin tinta roja.