Fernando Ulises Adame de León, rechaza la pena de muerte.
JUSTICIA
Diputados locales no concuerdan con la pena de muerte.
Durango. El Congreso de Coahuila y especialmente el gobernador Humberto Moreira Valdés impulsan la pena de muerte y ante esto en el Poder Legislativo local existen ciertas inquietudes por la cercanía con dicho estado, en especial en la Comarca Lagunera. Sin embargo, tanto el PAN como el PRI descartan que esta propuesta prospere.
Fernando Ulises Adame de León, representante popular del Partido Revolucionario Institucional (PRI), duda que esta propuesta sea constitucionalmente aceptada. “Es una propuesta valiente pero por otro lado, hay que tomar en cuenta el régimen de este país, que no se pueden hacer ciertas cosas por más que quiera uno”, menciona.
Coincidencias. El tema, agrega Adame de León, amerita un análisis pues incluye el sentir de la sociedad que está cansada de la delincuencia, pero asimismo se corre el riesgo de las revanchas dentro de la ley. “Particularmente, no estoy de acuerdo”, cita.
En tanto, Julio Castañeda Castañeda, diputado integrante del Grupo Parlamentario de Acción Nacional (PAN), refiere que esta cuestión debe ser analizado por el Congreso de la Unión pero desde su punto de vista no es la solución imponer la pena capital, lo cual llevaría a un panorama más caótico.
Lo que importa, subraya el panista, es que en la actualidad se apliquen las penas existentes y abatir la impunidad.
Citlalli Zoé Sánchez |
El Siglo de Durango
Crítica. Sobre la propuesta del gobernador de Coahuila, para la implementación de la pena de muerte, Pedro Peñalosa, especialista en temas de seguridad nacional, consideró que el mandatario tiene sus razones para plantear esta posibilidad, sin embargo, la misma es anti histórica, que proviene de la visión primitiva de la humanidad.
“Creer que la pena de muerte resuelve el problema es un sueño guajiro, se ha demostrado que en los países donde existe no se disminuye el delito, ya que sólo se atacan los efectos de la criminalidad, de tal manera que su propuesta hubiera tenido éxito un poco antes de la Edad Media, ahí ya se dio, ahora ya no”, afirmó.
No es viable. Los países abolicionistas son los que abundan en el mundo y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lo ha resuelto y los países civilizados ya no la usan, es decir, mejor que plantear la pena de muerte se debe optar por medidas que ataquen los factores sociales.
“La pena de muerte suena bien, es una cataplasma social para la desesperación, pero no es algo que tenga éxito, y sí avanza además de ser anticonstitucional en caso de que se implementara en el país, por lo altos grados de corrupción que existen en el Poder Judicial, se mataría a muchos inocentes”, agregó.
