Dirigentes de oposición dijeron esperar al menos a 50 mil personas en el acto en las afueras del parlamento, pero al inicio del mismo contaban con apenas unas 10 mil. (AP)
Miles de manifestantes de oposición protagonizaron este viernes la primera protesta a gran escala contra el presidente Mijail Saakashvili desde la guerra contra Rusia en agosto.
La coalición Oposición Unida realizó su acto exactamente un año después de que la policía usó gas lacrimógeno, balas de caucho y cañones de agua para dispersar a manifestantes pacíficos que pedían la renuncia del mandatario.
Pero al menos dos partidos opositores de importancia, el Partido Republicano y los Demócratas Cristianos, no participaron en la protesta del viernes, justificándose en la necesidad de unidad tras la guerra con Rusia.
Dirigentes de oposición dijeron esperar al menos a 50 mil personas en el acto en las afueras del parlamento, pero al inicio del mismo contaban con apenas unas 10 mil.
El malestar sobre las pérdidas registradas por Georgia durante la guerra han aumentado la inconformidad de los oponentes de Saakashvili. La oposición han demandado una explicación de los errores cometidos durante la guerra, que se inició cuando Saakashvili inició una ofensiva militar para reclamar la provincia separatista de Osetia del Sur.
Las fuerzas rusas intervinieron pronto, forzando la retirada de los georgianos y penetrando en la ex república soviética, donde permanecieron durante semanas.
Rusia ha reconocido a las provincias separatistas de Osetia del Sur y Abjazia como naciones independientes y prometido destacar a miles de soldados en ellas, lo cual reduce las posibilidades de que Georgia recupere su control.
La oposición ha demandado también una mayor libertad de prensa y elecciones parlamentarias adelantadas.
"Ahora iniciamos una nueva protesta abierta en contra de Saakashvili y su camarilla", dijo el codirigente de Oposición Unida, Levan Gachechiladze, en declaraciones por televisión.
Los manifestantes del 2007, que llevaron a Saakashvili a declarar el estado de emergencia y reprimir los medios independientes, causaron una gran preocupación entre sus mecenas occidentales y dañaron su imagen como demócrata.