Con pancartas y consignas, habitantes de Ciudad Victoria, Tamaulipas, exigieron el freno a presuntos abusos que han cometido los militares, que permanecen apostados en esta ciudad fronteriza como parte de un operativo de seguridad implementado por el gobierno federal.
La manifestación se realizó frente a la Casa de Gobierno de esta entidad, donde más de 50 ciudadanos pidieron la intervención del gobernador Eugenio Hernández Flores, para que pida respeto por parte de los elementos del Ejército.
Los ciudadanos se plantaron portando pancartas en las cuales se leía: “¡Nos han maltratado, nos han robado y destrozado nuestros hogares!”, “Gobernador queremos su ayuda ¡somos priistas!” y “Soldados abusivos, no más agresiones”.
En la manifestación participaron niños, jóvenes y mujeres, vigilados siempre por unos 50 agentes de la Policía Estatal Preventiva (PEP), quienes se mantuvieron apostados en la puerta de la Casa de Gobierno.
Entre los manifestantes, Crisbet Domínguez Alvizo acusó a los soldados de haber levantado, torturado y arrojado a su esposo, Juan Antonio Porras Camarillo, al lugar conocido como el Balcón del Chihue.
Según la joven viuda y varios de sus acompañantes, el presunto crimen ocurrió el 14 de octubre del 2007. “Estamos de acuerdo con los operativos que se están haciendo pero se esta aprovechando de su autoridad; nosotros lo que exigimos es justicia por la muerte de nuestro hermano”, señaló una hermana de la presunta víctima, quien se identificó como Nereyda.
La presencia de los elementos del Ejército en esta ciudad, se incrementó desde el pasado 17 de enero, realizando recorridos por tierra y aire con el fin de combatir el crimen organizado.
No hay nadie con más autoridad en la entidad que los militares. Las Fuerzas Especiales del Ejército y la Marina tienen copada toda la frontera, las principales ciudades y los litorales. Están en los puentes internacionales revisando vehículos y personas, en retenes ubicados en carreteras de entrada y salida al estado, de municipio a municipio. En los aeropuertos, las aduanas, los puertos y playas.
Igual desarmaron e investigan a los más de 2 mil policías de los 10 municipios fronterizos, patrullan las principales avenidas, centros comerciales, calles, colonias, participan en cateos a casas, bodegas y empresas. Verifican los aviones y barcos y patrullan todo el litoral tamaulipeco del golfo de México.