Una pareja con su bebé prefirió caminar entre los carros en lugar de hacerlo por banquetas congestionadas. (Ángel Padilla)
Admiten que inspectores no han podido controlar el auge de ambulantes.
En la temporada más activa para la zona, el Centro Histórico se ha convertido en un caos ocasionado por las obras de remodelación combinadas con el desorden en los vendedores ambulantes, quienes ya no nada más invaden banquetas, sino hasta las mismas calles. Aprovechando la temporada decembrina y la ausencia de inspectores, los ambulantes se han adueñado de los espacios del Centro, provocando un caos vial y obligando a los peatones a caminar entre los automóviles.
Además, en la última semana ha aumentado visiblemente el número de puestos, que ya se calculan en más de 500. Para funcionarios municipales, esta es una tradición que se sigue en el mes de diciembre, cuando se permite más vendedores, según el director de Planeación del Municipio, Rodolfo Walss.
Cuestionado sobre la “invasión” que los ambulantes han hecho en las calles para poner mercancía o parte de sus puestos, José Alberto Chavira Zúñiga, director de Plazas y Mercados, dijo que los inspectores no le habían reportado nada y enterado de la situación, dijo que “ahorita vamos a dar otra vuelta para ordenar que se les retire”.
En cuanto a los ambulantes que se colocan sin permiso, dijo que “a diario estamos retirando vendedores que surgen de la noche a la mañana y se apuestan en cualquier lugar”.
Entre los ambulantes, la saturación vehicular que provocan los camiones y taxis de servicio público, las obras de construcción y la falta de estacionamiento, acudir al Centro en estos días es una odisea. Los peatones prefieren caminar por la calle para evitar la congestión de las banquetas, donde afirman que pueden sufrir algún robo.
Walss dijo que se desarrolla un operativo en el Centro, pero con policías para procurar la vigilancia y con agentes viales para controlar la circulación de personas y de vehículos. Sin embargo, ninguno de ellos puede retirar ambulantes.
Chavira dijo que los inspectores están al pendiente. “Es una de las temporadas en que tienen mayor trabajo, precisamente para mantener controlados a los ambulantes, que aprovechan cualquier oportunidad para extenderse”.
Pero admitió que los vendedores “surgen de la noche a la mañana, los retiramos de aquí y resultan allá”.
La situación se ha agravado con el cierre de calles en las avenidas Hidalgo y Juárez que se realizan por las obras de remodelación del Centro. Walss dijo que este desorden debe terminarse cuando los ambulantes sean reubicados al paseo comercial que se construye en las calles Cepeda y Valdés Carrillo.