Vecinos del sector Manhattan observan el lugar en donde cayó el cuerpo del joven baleado por un policía
Un agente de la Policía Municipal es señalado como el probable responsable del homicidio doloso contra un joven ajeno a una riña entre pandillas de la colonia Rincón La Merced, informó la agencia del Ministerio Público. El agente y su compañero están bajo arresto indefinido en las instalaciones de Seguridad Pública mientras se resuelve el ejercicio de la acción penal.
El señalamiento directo de cuatro testigos a través de la cámara de Hessel, el rayado de la pistola de cargo del agente y el resultado positivo a la prueba de radiosonato, son algunas de las pruebas ya desahogadas que incriminan a José Antonio Carranco Sánchez, policía activo desde febrero de 2003.
El agente es señalado por matar por la espalda a Rubén Efraín Flores Ayala, de 18 años, con domicilio en avenida Hacienda de Santa Teresa número 1932 de la citada colonia, la madrugada del domingo 9 de noviembre pasado. El agente implicado y otros tres uniformados fueron presentados a los testigos por separado en la cámara de Hessel, que es un cuarto que en una de las paredes tiene una ventana que sólo permite ver de afuera para adentro. Cada uno de los testigos identificó al policía que disparó el arma de cargo calibre 38.
La Procuraduría General de Justicia del Estado de Coahuila (PGJEC) informó que en todo momento se contó con la colaboración de la Dirección General de Seguridad Pública Municipal (DGSPM) para desahogar las diligencias necesarias, con la presentación del policía y la puesta a disposición de su arma.
El dictamen del Servicio Médico Forense señala que Rubén Efraín sufrió la herida de bala en la parte izquierda de la espalda, cerca del omóplato. La ojiva fue recuperada durante la autopsia y se cotejó con otra ojiva de la misma arma de cargo para agregar la prueba a la averiguación previa penal.
Respecto al tema, el alcalde José Ángel Pérez dijo que hay dudas sobre la responsabilidad en que supuestamente incurrió el policía acusado de homicidio y garantizó que si tienen responsabilidad legal los uniformados, tienen que dar cuenta de sus actos.
Ajenos a la riña
Ante el agente del Ministerio Público de Delitos contra la Vida y la Salud de las Personas, Fernando Vela Tafoya, los familiares de Rubén Efraín sostuvieron que eran ajenos a la riña que motivó la presencia de la Policía de Torreón en el sector habitacional conocido como Manhattan.
Una tía del occiso declaró que junto con su hija, Rubén, dos primos y dos amigos fueron a una fiesta en la colonia Las Dalias y pasada la media noche su hija le llamó para que fuera por ellos en un taxi. De regreso de la fiesta, la mujer se da cuenta que no tiene el suficiente dinero para pagar el taxi y deciden bajarse a dos cuadras de la casa de la familia.
La riña entre pandilleros estaba en su apogeo en la calle Hacienda del Torreón y Presa de la Calabazas de la colonia Rincón la Merced, a dos cuadras de la casa de Rubén, por lo que los asistentes a la fiesta y su tía decidieron rodear por la calle Hacienda de la Concepción y al llegar a la avenida de Los Peltres vieron que llegaba una patrulla de Seguridad Pública.
Ajenos a la riña, los jóvenes siguieron su camino cuando los patrulleros de la unidad 35471 llegaron al lugar y descendieron y el policía José Antonio desenfundó su pistola de cargo, disparó y Rubén cayó herido. Los familiares se dieron vuelta para auxiliarlo y fue cuando Carlos Iván Hernández, compañero de José Antonio, les impidió que se acercaran y entre ambos agentes arrastraron al joven que estaba inconsciente y cercano a la muerte.
Testigos señalan que los policías pensaron que Rubén estaba fingiendo y lo empezaron a patear, pero al ver que no reaccionaba optaron por retirarse del lugar. Durante su declaración ministerial los agentes de Seguridad Pública involucrados se abstuvieron para declarar.