Me escribió una lectora reclamándome por qué no había escrito nada al respecto sobre la ofensa que hizo el Coordinador de Convergencia Dante Alfonso Delgado Rannauro a las representantes mujeres en el Senado, pero yo creo que: “a palabras necias, oídos sordos”; además reculó como buen machito mexicano -lo que lo retrata de cuerpo entero-, porque no le quedó de otra... ¿se fijaron en su risa nerviosa –bien nerviosa- cuando el senador Rubén Camarillo lo retó?... el “pobrecito” no sabía ni qué hacer, ni qué decir...
Pero, como los lectores mandan y más vale tarde que nunca... aquí expreso que lo más probable es que ese señor, que “ningunea” a las mujeres en las Cámaras, sí acepta que las mujeres le cocinen, le laven, le planchen –y otras cosas más que por pudor no menciono- y hasta que trabajen para ayudarle a mantener la casa, pero... bueno... qué se puede esperar si últimamente así está de revuelto el “abarrote” en la política mexicana.