Se ha hecho mucha “alharaca” (extraordinaria demostración o expresión con que por ligero motivo se manifiesta la vehemencia de algún afecto) por la colocación de unas cruces negras en diferentes sitios de Lerdo, que hicieron sus habitantes para manifestar su preocupación y pesar por los asesinatos, secuestros (express y no express), robos a casa habitación, etc., a plena luz del día dándole un cariz netamente político, cuando no se debe obviar que en realidad la ciudadanía lerdense está muy asustada por los acontecimientos del mes pasado, expresando su sentir de esa manera.
En lugar de que el ayuntamiento se indigne en forma “alarmante” (asustada, sobresaltada, inquieta) por ese acto, debería hacer la alharaca para ver si los subalternos de esa hermosa ciudad, pulmón de La Laguna, se ponen las pilas y hacen algo para salvaguardar la seguridad de sus habitantes... que no traten de distraer la atención con ñoñerías (ñoño: dícese de la persona sumamente apocada y de corto ingenio) y se pongan las pilas para proteger a la población, la que ya está harta (fastidiada, cansada) de soportar la inseguridad.