Nació en Minnesota en 1914 y recién falleció el mes pasado, a la edad de 93 años. Cuando uno se entera de la muerte de un actor de los años 50s y 60s, de inmediato recuerda sus películas que le dieron fama. Aquí en Torreón había un cine, el Cinelandia, que pasaba muy buenas películas, interpretadas por los grandes astros de la época, dirigidas por excelentes cineastas que sabían introducir al espectador dentro de la trama (y todas las películas eran en blanco y negro). Actores de la talla de Kirk Douglas, Richard Widmark, Montgomery Clift, Paul Newman, etc. (todos de la prehistoria) estaban presentes en esas producciones. El Cinelandia era un cinematógrafo pequeño y quedaba “lejos” –por la Comonfort y, creo, la Escobedo-, pero valía la pena asistir porque todos los filmes contenían excelentes argumentos y actuaciones.
Richard Widmark no era un actor tan guapo como Rock Hudson por ejemplo, pero tenía lo suyo. En 1974 (a la edad de 60 años) interpretó el rol de un norteamericano millonario asesinado de 12 puñaladas en un viaje, en la película “Asesinato en el Expreso Oriente”, basada en el libro de Agatha Christie, editado en 1934. Para quienes lo conocíamos de antemano se nos hizo muy viejo físicamente, así es que no quiero imaginarme cómo estaría a los 93 años. Preferimos recordarlo en sus buenos tiempos cuando arrancaba los suspiros de las mujeres, pero, sobre todo, por sus interpretaciones.