ENTERARSE, PARA HACER ALGO
El otro día, convivíamos en la casa de una amiguita y sus hijas, y en la conversación se dijo que una conocida había comentado que ella procuraba no leer el periódico porque “le chocaba enterarse de situaciones negativas”. Naturalmente que hubo quien estuvo de acuerdo, otras más opinaron que era un error, que era necesario enterarse de lo que pasaba en el país, etc.
Se hizo un buen debate al respecto porque, naturalmente, siempre habrá opiniones encontradas (viva la diversidad)... pero la realidad es que deberíamos enterarnos de los problemas para tratar de participar en las soluciones. Pero, si no se puede participar, ¿para qué enterarse?... ¿para hacer un “coraje entripado”?... mejor no saber lo que pasa a nuestro alrededor, porque no se permite la participación, y un ejemplo claro es la actitud del Frente Amplio “Progresista” (suena irónico... no?) que no desea el debate o el diálogo, sólo crear inestabilidad social, porque a “río revuelto, ganancia de pescadores”.
Es inadmisible la toma y clausura del Senado y la Cámara de Diputados, los máximos sitios en el país para debatir y dialogar lo que más conviene a los ciudadanos, no lo que más conviene a los partidos políticos, sobre todo a los actuales protagonistas que no tienen ni la más mínima decencia de estar cambie y cambie de camiseta, según les aprovecha, y que no quieren dejar de lucrar con el presupuesto, que es dinero de todos nosotros... como lo sabemos, y hasta lo hemos aportado.
Lo más tenebroso es que quien dirige la batuta para sacar provecho personal (ganar el 2012) no se detiene ante nada y lo que desea es enfrentar a las instituciones y a la legalidad para obtener algún tipo de recriminación, y hasta castigo si así se lo merece, y si eso sucede, seguir actuando el rol de “víctima” que con tanto éxito ha representado hasta el momento.
Otro punto importante es que al no tener argumentos de peso para exponer sus ideas y al entrar en muchas contradicciones, el que pierde, arrebata, pero, ahora sí se pasó de la raya... con todo y las “adelitas”.