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PSIQUIATRÍA / ANOREXIA

Dr. Fernando Villa Hernández (psiquiatra)

Dentro de los trastornos de la alimentación se encuentran la anorexia que al parecer tiende a aumentar de frecuencia causando enorme daño en la población, especialmente en mujeres jóvenes, como factores importantes en su origen encuentran la ansiedad que produce el actual esquema social y económico, la adopción de un molde de belleza que pocas personas pueden llegar a satisfacer, la excesiva normatividad en la familia, trabajo y sociedad, la personalidad y el género son factores biológicos que también participan, posibles trastornos neurobioquimicos aún se encuentran en estudio para poder explicar este difícil problema.

Inicialmente la anorexia y la bulimia se consideraron una sola enfermedad, pero con el avance en la organización de las enfermedades mentales se separaron, aún recientemente se intentó regresar al concepto antiguo pero dicho intento fue rechazado, sabemos que son en realidad dos enfermedades diferentes que comparten la principal manifestación que es la idea extraordinariamente intensa y obsesiva de no engordar o perder peso.

La anorexia nerviosa significa no tener hambre por un problema “nervioso”, sin embargo el apetito no disminuye cuando menos inicialmente, con el tiempo y poca ingesta el hambre suele disminuir, el eje del diagnóstico es la extraordinaria obsesión de perder y la vivencia del éxito al lograrlo, el fracaso es mantenerlo, aumentar es desastroso y aumenta la fuerza de la idea inicial, aparece posiblemente en el dos al tres por ciento de la población, es significativa la diferencia entre géneros ya que entre el 90 al 95 por ciento sucede en mujeres, entre las pacientes se puede encontrar una personalidad obsesiva, perfeccionista y con poca capacidad para tolerar la frustración, la inteligencia en general es por arriba del promedio, también sucede en histéricas, la exhibición de su cuerpo y actitudes extrañas son usadas para llamar la atención y cuidado de los demás, la otra personalidad es la esquizoide mostrando tendencia al aislamiento, poca capacidad para socializar y depresión.

La vida actual normada por reglas y objetivos exagerados puede estimular en forma extrema la tendencia propia de los obsesivos respecto a reglas y logros, el resultado puede ser el deseo insaciable de tener una figura esbelta más típica de pueblos de Europa del Norte, de algunas áreas de China o de África Central u otras parte del mundo como parte de su particular herencia racial, los medios de comunicación global tienden a que esta imagen sea el ideal del cuerpo humano condenando al resto de las personas al riesgo de llegar a sentirse inferior por las características de su raza, la percepción de la belleza en el pasado dependía en gran medida del lugar, tiempo y costumbres, actualmente se ha formado un molde mundial respecto a este concepto llegando a ser un peligro para la salud mental en general pero en forma particular para las jóvenes adolescentes.

El entorno familiar debiera de proteger a sus miembros de la agresividad o irracionalidad exterior pero cuando es disfuncional o tiene “valores” irracionales se agrega más carga, en los adolescentes la presión propia de esta etapa agregado a un ambiente psicológico inadecuado predispone a trastornos de personalidad o a enfermedades mentales graves, entre ellas a la anorexia.

Las manifestaciones clínicas pueden aparecer sutilmente como un deseo de no engordar, llevar dietas y hacer ejercicio, la mayor parte de las veces pasa desapercibido ya que son conductas actualmente comunes, luego aparece una delgadez que comienza a ser exagerada, las dietas, el ejercicio aumentan y el uso de anoréxicos, diuréticos, laxantes pueden comenzar a aparecer, la idea de perder peso y el miedo ganarlo aumenta de intensidad alarmando a la familia que comienza a vigilar y a presionar para que deje el camino ya iniciado, se produce entre la paciente y la familia una tensión ya que la anoréxica se niega a seguir las recomendaciones familiares o médicas, es alarmante que al presionar a la paciente para que abandone la idea ésta se refuerce con el intento, se niega a ser atendida médicamente y está permanentemente molesta con la familia, el deterioro físico se instala perdiendo desde el 15 por ciento al 30 por ciento del peso corporal normal.

La situación es alarmante y peligrosa ameritando internamiento para que aumente de peso con alimentación parenteral o por alimentación nasogástrica o gastrostomía (acceso directo al estómago), estos procedimientos pueden dar tiempo pero no controlan el núcleo de la enfermedad, incluso pueden aumentar la obsesión que se fundamenta en la respuesta emocional de éxito y fracaso (típico de nuestro tiempo), éxito significa para la paciente perder peso, fracaso no lograrlo y aumentar es catastrófico por lo que hacerlo en el hospital puede aumentar la obsesión y con ello la gravedad de la anorexia, médico y familia no tenemos otra alternativa que el internamiento, no hacerlo la llevaría a la muerte por daño renal, cardiaco, pulmonar o infeccioso.

Factores ambientales son innegables en el origen de la enfermedad pero el biológico pareciera ser más importante de lo que ahora sabemos, no es casualidad que el problema sea fundamentalmente en mujeres, que el perfil psicológico sea obsesivo compulsivo, sabemos que la personalidad tiene una base innata programada en los genes, existe en la familia de las anoréxicas más frecuencia de esquizofrenia, trastorno bipolar y depresiones endógenas, por lo que la posibilidad de trastornos a nivel de neurotransmisores aún no determinadas es de considerarse.

No existe un tratamiento específico para controlar la anorexia pero el uso de antidepresivos, tranquilizante y antipsicóticos son usados con relativa eficiencia.

La prevención de la anorexia es una labor complicada debido al entorno social actual, la ansiedad, depresión y frustración está en aumento, la superficialidad que coloca en un lugar importante las apariencias son el sello de nuestro tiempo, la exigencia de acercarse a un modelo no sólo físico sino mental es evidente, el éxito o fracaso de acuerdo a los objetivos sociales y de producción es un tormento, se mantiene una lucha constante, agotadora y frustrante que causa enajenación y trastornos de personalidad, la ansiedad, depresión e infelicidad son ahora más frecuentes que antes.

El humano es único, producto de su particular biología y del impacto que el entorno tiene sobre ella, la sugestión actualmente es un gran riesgo que lleva a ideas fuera de la realidad sobre la sensación de auto valía, desde el sentimiento de superioridad al de inferioridad con una fuerza y persistencia enorme marcando con ello el destino de las grandes masas, la anorexia es sólo un punto llamativo del problema, la sensación irracional de inferioridad de las grandes masas es un problema inmensamente más grande.

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