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Psiquiatría / EL PRINCIPITO

Dr. Fernando Villa Hernández

La buena literatura, cuando se lee con calma y profundidad estimula la sensibilidad, ejercita la inteligencia y proporciona enseñanza que cambia constantemente nuestra personalidad y la percepción que tenemos de la realidad.

La infancia feliz es la etapa más hermosa de la vida, la fantasía, curiosidad, el descubrimiento constante, el juego y la pureza de la mente que le caracteriza nos hace ver al pasado con nostalgia, algunos adultos por olvido o por haber sido infelices no pueden entender a los niños sanos con sus actitudes y maravillosas vivencias, estos adultos agobiados por el trabajo, responsabilidades, con la mente confundida y ya no tan sana atacan a los niños burlándose de la mente infantil y exigiendo absurdamente rasgos que no les corresponden a la infancia, ellos absurdamente le llaman “madurez”.

Es interesante observar que el humano bajo presión puede evolucionar precipitadamente a una madurez prematura pero con múltiples distorsiones y limitaciones, los niños comienzan a compartir los trastornos que los adultos han acumulado, por ejemplo los “niños de la calle” cuando no se han demenciado por la desnutrición o por las drogas muestran una madurez y desarrollo mental superior a los niños felizmente protegidos en un hogar sano, sin embargo al llegar a la edad en que normalmente debiera de producirse la madurez los niños sanos muestran capacidades intelectuales y emocionales muy superiores a los que no tuvieron la protección de un hogar, algunos adultos exigen madurez prematura creyendo que ayudan al niño, no saben valorar la infancia y sobrevaloran la adultez, lo que en realidad hacen es mutilar y distorsionar la personalidad que tiene sus propias características y su muy particular velocidad de madurar.

El cuento del principito muestra la historia de un piloto aviador inglés que recuerda las burlas de los adultos cuando de niño mostró su primer dibujo de una boa que había devorado un elefante, con sarcasmo le decían que lo que veían era un mal dibujo de un sobrero, luego observó que los adultos tenían pensamientos prejuiciosos y conductas destructivas, llevó una vida aislada y cuando volaba disfrutaba de un sentimiento de libertad, en uno de sus vuelos el avión falló teniendo que aterrizar en el Desierto del Sahara, en la soledad se encuentra con un niño de aproximadamente cinco años vistiendo ropas de príncipe medieval con una espada, comienza una profunda e inquietante relación, el niño le pide el dibujo de una oveja, lo hace pero es rechazado porque está vieja y enferma, lo intenta en varias ocasiones y siempre es rechazado, se le ocurre dibujar una caja con algunos agujeros también y le dice que dentro está la oveja dejando en libertad la imaginación infantil, el niño acerca el dibujo para observar por el orificio dibujado su oveja y se pone feliz por haber visto lo que quería, el niño le dice que el mundo de donde viene es pequeño y teme que la oveja devore su rosa, el aviador ocupado en reparar el motor del avión se fastidia por la preocupación que el niño tiene por la rosa, le dice que no importa pues es natural que suceda pues las rosas existen en parte para ser comidas por las ovejas, el principito se enoja y se aleja corriendo por el desierto, el aviador siente gran soledad y angustia al estar solo, finalmente lo encuentra y se reconcilian, el aviador se percata que el agua se acaba y no sabe dónde encontrarla, el niño le indica el camino pasando cerca de esqueletos de animales gigantes desaparecidos, encuentran agua y la felicidad de ambos es enorme, el principito continúa con su relato respecto a algunos pequeños mundos que conoció y el encuentro con una serpiente, le dice que su mundo es tan pequeño que puede darle la vuelta con pocos pasos, sin embargo no está solo pues nació una rosa que lo satisface con su belleza pero lo hace sufrir con su chantaje, por este motivo decide dejarlo para conocer otro mundo mayor, una parvada de palomas lo traslada a distintos mundos, en uno de ellos se encuentra con un rey que está obsesionado con la política y las fronteras, defiende su territorio y las leyes apasionadamente, desprecia el pensamiento inocente del niño pues según él sólo el cerebro desarrollado y complicado del adulto es capaz de pensar bien, al niño le desagrada por lo que decide irse para llegar otro lugar donde un intelectual está rodeado y casi sepultado por libros, su ocupación es escribir la historia pues sólo lo que está escrito tiene valor y trasciende, el principito pregunta que si lo que escribe es la “verdad” sorprendido el intelectual pregunta ¿Qué es eso?, el niño entiende y viaja a otra parte donde un militar con voz marcial ordena marchar y amar la bandera, dice que el objetivo de la vida es morir por la patria, el valor necesita de enemigos para poderse demostrar, se apasiona con el sonido de los disparos y maniobras militares, el niño prefiere salir de este mundo y llega otro donde se encuentra un hombre acumulando riquezas, sufriendo cuando existen pérdidas y teniendo euforia con las ganancias, contabiliza las estrellas pues cada una que es vista pasa a ser de su propiedad, el destino de ellas no le importa esto molesta al principito que decide viajar a la “tierra” donde encuentra a aviador que al escuchar los relatos se impresiona y piensa en el sentido profundo de las vivencias del niño, el principito le pide que dibuje un campo de rosas y al estar en contacto con las flores descubre que la suya no es única pues existen miles iguales, al inicio se decepciona pero luego siente que la suya sigue siendo única pues la ama y por lo tanto es de su responsabilidad, luego se encuentra con un zorro en un trigal descubriendo de esta manera los efectos de una gran visibilidad emocional ya que el animalito no permite que se acerque y mucho menos que lo toque, el mismo zorro le aconseja que lo haga con paciencia y lentamente, cuando llega a tocarlo logra intimar emocionalmente apareciendo una unión que jamás desaparecerá aunque no vuelvan a verse el zorro le dice que al contemplar los trigales recordará la cabellera rubia del niño, aprende que el placer de la cercanía es grande pero mas intenso es el dolor de la separación, luego el principito siente nostalgia por su pequeño mundo al que no puede regresar y cediendo a la seducción de la serpiente se deja morder buscando su origen e integrarse a las estrellas como la serpiente había prometido, el aviador lo encuentra moribundo pero contento porque se reintegrará a su origen.

El aviador agotado por las emociones se duerme y al despertar siente que todo fue un sueño, repara el avión y al volar por la noche escucha la risa del principito surgir de las estrellas más brillantes entendiendo por fin el sentido de todo aquello.

El aviador se encontró con la parte infantil de sí mismo, el mundo del niño es pequeño, el instinto sexual naciente representado por la rosa es bello pero llega a ser chantajista y presiona, los mundos que el principito visitó son los pequeños mundos de los adultos enajenados, el instinto humano producto millones de años de evolución representado por los fósiles hace posible que encuentre el agua como manifestación de un impulso de supervivencia, el niño descubre que a pesar de que existen muchísimas vidas la suya es especial por el hecho de ser de él, sabe de la sensibilidad emocional, el sufrimiento y el placer en la relación con el zorro, la serpiente representa la realidad dolorosa y la muerte que ofrece regresar al origen y dar eternidad, además de ser la única forma de evadir el sufrimiento.

Finalmente el adulto encuentra que existe una parte infantil que por fortuna no desaparece y con frecuencia escuchamos que su risa nos guía, hace felices y da consejos.

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