El desarrollo y la vida de las personas pueden estar entre el extremo del control estricto a las reglas y el desprecio hacia ellas, el tema produce discusiones entre los que recomiendan una y otra manera de ser y vivir, individuos, familias y culturas tienen tendencia a uno u otro polo, las personas obsesivas defienden apasionadamente la sujeción a disciplina y reglas, lo que se acomoda mejor a la actual época de trabajo y competencia, algunos psicólogos apoyan que exista mayor libertad, que las reglas sean menos abundantes y más elásticas, no existe término medio más bien existen grandes variedades de humanos que reaccionan diferente a cada tendencia, el objetivo es fomentar la libertad evitando la anarquía, dos tendencias genéticamente programadas.
Los distintos países tienen combinaciones respecto a que cosas que reglamentar con mayor o menor rigidez, en Europa Occidental la libertad de la práctica sexual, la homosexualidad, la libertad política y de pensamiento es mayor, sin embargo las leyes se obedecen más, las normas en el trabajo y la conducta social están bajo más control, en México existe aparente rechazo a lo mencionado pero existe poca obediencia general a las leyes, en todo caso cuando se aceptan es más por miedo que por convicción, la población acepta poco reglas y el estado o instituciones no tienen la estructura, voluntad y fuerza para vigilar que se cumplan, el resultado es la presencia de corrupción y negligencia no sólo en las instituciones sino en la forma de ser en general de la población, la vida moderna exige un mínimo de organización para poder optimizar cualquier actividad, no hacerlo nos deja en el atraso.
El orden se sustenta en una autoridad razonable y confiable pero el autoritarismo lo aleja e incluso provoca rebeldía irracional, es imposible vigilar en forma constante a las personas para que no hagan lo prohibido y realicen lo que pueden y deben hacer, sólo aceptando emocionalmente las reglas se siguen con mayor eficiencia y agrado, la coerción es un camino práctico en fábricas y negocios con una estructura vigilante y punitiva, se logra mayor productividad en el trabajo y mayor infelicidad en el trabajador, esto tiene una eficiencia aparente ya que la agresividad familiar, social y drogadicciones aumentan, pudiera ser en parte la explicación de cómo viven grandes masas en Estados Unidos de América con eficiencia laboral pero fracaso social y cultural, las empresas más racionales y organizadas cuidan ambos aspectos logrando mayor calidad en el trabajo y más salud mental buscando un círculo virtuoso que da firmeza a estos negocios.
La educación y crianza las nuevas generaciones es un gran reto para padres e instituciones, la enorme información y estímulos intelectuales los alejan de la obediencia tradicional, son más inteligentes, independientes e inquietos, el respeto a la autoridad exigen estar dentro de la razón y buena intención, es poco práctico exigir en forma inadecuada, la naturaleza del adolescente reacciona con rebeldía y rechazo, reacción inadecuada y peligrosa especialmente para el adolescente que tiene emociones intensas y explosivas, puede agredir a los demás o a él mismo, esto sucede con muchachos sensibles, inteligentes y apasionados, otros pueden reaccionar con sumisión real o aparente.
En nuestra cultura existe un rechazo a la autoridad y normas, sólo la coerción puede en forma relativa controlar la conducta, “la corrupción somos todos” expresión dolorosa e irritante dicha por un presidente de la República, existieron protestas y rechazo a esta idea ¿pero es real o no?, quisiera saber que en las campañas políticas no se usa la manipulación, la mayoría de los gobernantes no se aprovechan del poder, la población no da “mordidas” y los representantes o guardianes del orden no la exigen, al no funcionar el estado o los gobiernos de instituciones para vigilar que las reglas razonables se cumplan intentan cambios con ideas moralistas de reducido e inestable resultado, vemos y escuchamos en la televisión propaganda como “eres o te vale” o niños diciendo tristemente “tenemos un papá pilata”, o “la discriminación mata”, etc., para que se sigan las normas y evitar la corrupción, en la vida real personas con poder político o económico pasan por sobre los demás, la pobreza ahoga a enormes masas de la población, el nivel cultural es bajo y el pensamiento mágico suple partes importantes de la realidad.
La libertad aparente en nuestra población tiene mucho de anarquía, cambiarla es una labor titánica y necesita no sólo de propaganda, amerita mejorar el nivel cultural y económico, lograr que gobierno e instituciones sean los primeros en cumplir las reglas y leyes logrando respetabilidad.
La sensación de orgullo y dignidad son el resultado de una vida tranquila, segura y el ego alto producto de respeto que se ha recibido dentro y fuera de la familia, el estado emocional logrado favorece que las leyes y normas se cumplan para no lastimar nuestra dignidad, cuidar la familia y sociedad a la que se pertenece, las otras malignas opciones son la esclavitud o la anarquía.
La libertad humana es el resultado de la integridad y desarrollo de nuestras esenciales potencialidades, es una de las más íntimas y valiosas sensaciones a las que se pueden aspirar, la esclavitud y el engaño la asechan.