El cuadro de Miguel Herrera, los Tiburones Rojos de Veracruz, se quedó con 13 puntos y con un cociente de 1.0505. (Jam Media)
En el momento más preciso, Puebla salió de la crisis que vivía para dar un paso muy importante a la salvación tras derrotar 2-0 a los Tiburones Rojos del Veracruz, que se hunde, en el inicio de la fecha 14 del Torneo Clausura 2008 del futbol mexicano.
Su mejor hombre en esta campaña al frente, el uruguayo naturalizado mexicano Álvaro González, se encargó de abrir el camino del triunfo al minuto 14, e Hiber Ruiz puso la puntilla, al 87.
Con este triunfo los de la Franja, que sumaron 17 unidades en el Grupo Uno, llegaron a 1.0967 de cociente para escalar al sitio 17 y está únicamente a cuatro puntos de salvarse, independientemente que Veracruz, que se quedó con 1.0505 y con 13 en el segundo escuadrón, sume las nueve unidades que restan.
Toda la telenovela que se armó en el entorno de Puebla le dio resultado al equipo en este partido el cual encararon con mucha experiencia y tranquilidad para mantener a raya al Tiburón Rojo que no tuvo la creatividad ni fuerza ofensiva para descifrar el crucigrama visitante.
Las graves fallas que tuvo el cuadro jarocho la semana anterior en Monterrey se hicieron presentes una vez más, y sólo un “pestañeo” le costó verse abajo en el marcador antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora.
Todo se originó por el sector de la derecha donde Sergio Pérez mandó un centro al área para Álvaro González, quien aprovechó la mala salida en línea de la zaga local, para entrar solo, controlar de zurda y rematar con la diestra para batir a Jorge Bernal, al minuto 14.
Esta anotación fue un duro golpe para los jarochos, tanto para los que estaban en la cancha como para los aficionados, que nunca pudieron acomodarse en el campo en busca de llegar con claridad a la meta de Jorge Villalpando, que a excepción de un remate de Aldo de Nigris que se fue a un lado del poste derecho, tuvo una primera parte tranquila.
Una jugada discutida se dio en el área visitante en una barrida del argentino Jorge Zamogilny que derribó al chileno naturalizado mexicano Rodrigo Ruiz, acción que el silbante Roberto García calificó únicamente como un saque de meta, en lo que parecía un penal, al minuto 27.
La desesperación por lograr el empate se adueñó de los locales, que en la parte complementaria tuvieron mayor tiempo en los pies el esférico, no así la claridad para atacar, pues una y otra vez intentaron penetrar la pared visitante con centros al área que de igual manera eran rechazados.
Puebla sabía muy bien que la desesperación del rival era su mejor aliado, por ello se mantuvieron con la misma postura en espera del momento adecuado para dar ese golpe que les aseguraría el triunfo.
Ese momento llegó muy cerca del final en los pies de Hiber Ruiz, quien momentos previos tuvo que salir de la cancha por un corte en la ceja, que dentro del área se quitó a un rival y sacó un “calcetinazo” bien colocado que batió a Bernal para así asegurar un triunfo que pone a Puebla realmente muy cerca de mantener la categoría.