Pujan siete estados por nueva refinería
Siete gobernadores intensificaron las negociaciones con la secretaria de Energía, Georgina Kessel, y el director de Pemex, Jesús Reyes Heroles, para que la construcción de la nueva refinería anunciada por el presidente Felipe Calderón se realice en sus estados.
Empresarios y dirigentes sindicales de esas mismas entidades sumaron declaraciones y argumentos a la puja, con la intención de que sean tomados en cuenta para albergar a la séptima refinería que tendrá el país.
Michoacán, Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco y Campeche están inmersos en una batalla con el tiempo, a la expectativa de que la factibilidad tecnológica y la estrategia del Gobierno Federal les favorezcan.
En Michoacán, el gobernador Leonel Godoy Rangel dijo que la planta se podría instalar en los municipios de Lázaro Cárdenas, Contepec o Morelia, lo que garantizaría el abasto de combustibles al Distrito Federal, bajío y occidente.
Esta postulación cuenta con el aval de todos los partidos políticos. El 10 de noviembre, éstos enviaron al presidente Calderón una carta en la que indican que el estado tiene los atributos para albergar a la refinería.
Mencionan factores como su cercanía con los centros de mayor demanda de combustibles automotrices e industriales, además de contar con áreas que permiten mitigar posibles riesgos ambientales.
Razones de Granier
El gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo, argumentó que disponen de la mayor infraestructura instalada del país para transportar la producción de hidrocarburos.
Un estudio que entregó el mandatario a la titular de Energía sustenta que Tabasco tiene recursos energéticos, centros de procesamiento de gas y conectividad con las terminales marítimas petroleras de Dos Bocas y Pajaritos.
Tamaulipas, ¿descartado?
En su visita a Tamaulipas, Reyes Heroles declaró que Tuxpan y Minatitlán, en Veracruz y Salina Cruz, en Oaxaca, están en el proyecto para la construcción de la refinería, pero Altamira no está contemplada.
El diputado Pedro Carrillo Estrada, pidió que reconsidere su decisión de dejar fuera al estado, y el presidente municipal de Altamira, Javier Gil Ortiz, añadió que aún no hay una respuesta definitiva.
Hidalgo oficializará petición
El mandatario Miguel Ángel Osorio Chong se sumó a la lista de interesados. El viernes pasado dijo que en dos semanas contarán con el documento que oficializará esta petición.
Incluso, apuntó que se construiría en la zona de Tula-Tepeji, lo cual permitirá que el centro y occidente del país, que tienen la mayor demanda de combustible, sean abastecidas de manera inmediata.
‘Que la llamen Juan Camilo’
El gobernador Jorge Carlos Hurtado Valdez, ha insistido en que se le haga justicia a los campechanos trayendo la refinería, pues allá se extrae la mayor cantidad de petróleo.
“Lo menos que puede hacer el presidente Calderón es traernos la planta y ponerle el nombre de Juan Camilo Mouriño Terrazo”, expresaron el líder estatal de PRD, Ismael Canul Canul, y el alcalde panista de Candelaria, Fernando Ramírez Félix, al recordar que el secretario de Gobernación originario de Campeche, fallecido en un accidente aéreo el 4 de noviembre, buscó traerla a su estado.
En Oaxaca ven al Istmo
El ex dirigente del Sindicato petrolero, Alfredo López Ramos, dijo que juega a favor de Salina Cruz su estratégica ubicación, que vincula al Pacífico con el Atlántico y la infraestructura portuaria, y su red de ductos.
El edil de Salina Cruz, Héctor Becerril, dijo que el gobernador Ulises Ruiz y el Congreso local inicien gestiones para atraer la refinería, que reactivaría la economía del estado.
Veracruz defiende infraestructura
La Iniciativa Privada aseguró que cuentan con infraestructura de almacenamiento, transporte y distribución de petrolíferos. Tuxpan o Minatitlán son “destinos viables” para el proyecto, dijeron.
‘Jugoso’ proyecto
Considerado como el megaproyecto del sexenio del presidente Felipe Calderón, la nueva refinería abrió el apetito de al menos siete gobernadores que buscan que su construcción se realice en patio propio.
Y no es para menos, el impacto de un proyecto de esta naturaleza en las economías locales, tanto en términos de recursos frescos, empleo y su efecto en cadena en el resto de la actividad productiva, es sumamente considerable. Sobre todo si se tiene en cuenta que se trata de una inversión calculada en poco más de 10 mil millones de dólares a desembolsar en un periodo de cuatro a cinco años.
La entidad federativa que sea elegida para iniciar la construcción dispondrá de manera inmediata de 12 mil millones de pesos del Fondo de Estabilización Petrolera, lo que podría ayudar a elevar las tasas de ocupación laboral en la región donde se construya.
De esa cantidad, unos 2 mil 430 millones son para licitar entre firmas consultoras y de ingeniería los estudios correspondientes. En esta primera fase se daría empleo a 900 o mil personas entre 2009 y 2010.
El resto de los recursos provendrá de los presupuestos asignables, de la emisión de bonos en los mercados financieros, de los bonos ciudadanos y de mayor deuda.
Para la infraestructura productiva del complejo está programada una derrama de 8 mil 171 millones de dólares, es decir, la fase de construcción favorecerá a un número importante de proveedores y contratistas a partir de 2010, según el estudio de viabilidad que presentó Pemex, con el consecuente impacto en la creación de 9 mil o 10 mil 500 empleos para edificar la mole de hierro.
Otros 36 mil 800 empleados se generarán con la creación de servicios adicionales requeridos en la fase de construcción y que se consideran mano de obra indirecta.
