Jorge Arturo, agente de Seguridad Pública de Torreón, pidió perdón a la familia de su amigo Isidro Trejo, agente de Tránsito que murió de un disparo accidental. El policía estuvo siete días detenido y ya recuperó su libertad.
Aunque Jorge Arturo Castellanos dice que sí tuvo apoyo de la corporación municipal, desconoce por qué no se tramitó la fianza y por qué no fue representado por un abogado del Ayuntamiento.
“Ya hablé con su esposa, le pedí que me perdone. Que me perdonen sus padres, sus hijos, él no sólo era un compañero, era un amigo y espero que esté con Dios”, dice Jorge Arturo Castellanos Morales, policía preventivo de Torreón, momentos antes de recuperar su libertad, luego de ser acusado de causar la muerte accidental de un elemento de Tránsito y Vialidad la semana pasada.
“Sigo pensando, no sé si voy a regresar a la corporación, no es muy seguro, tal vez renuncie. Todo fue un error humano, pienso en mis hijos”, comenta Jorge Arturo en el locutorio del Centro de Readaptación Social (Cereso), respecto a su situación laboral luego de quedar libre.
El agente policiaco dice que sí tuvo apoyo por parte de la corporación, pero desconoce por qué no se tramitaron los pagos de la fianza, no sabe si tienen ese derecho pero también acepta que no sabía que iba a durar tanto tiempo en prisión y que iba a ser representado por el defensor de oficio y no por un abogado del Ayuntamiento.
Serio, cabizbajo, en ocasiones tapando su rostro con la visera de su gorra, Jorge Arturo atendía los cuestionamientos sobre su futuro. Dice que tuvo la oportunidad de hablar con la esposa de Isidro Trejo Rocha y reiterarle que todo fue un accidente y pedirle perdón por lo sucedido.
Una semana duró privado de su libertad Jorge Arturo luego de registrarse el homicidio imprudencial del agente Trejo Rocha, de 37 años, con 11 años de servicio en la corporación. El accidente ocurrió a las 3:15 horas del martes ocho de abril y el Policía recuperó su libertad a las 17:00 horas del martes 15 del presente.
Como se informó en su oportunidad, el accidente ocurrió cuando el policía bajaba de la caja de la patrulla y se accionó su arma R-15 que acertó en la cabeza del agente de Tránsito, cuando ambos se disponían a ingresar a dos detenidos en la cárcel municipal.
Jorge Arturo permaneció en el lugar y se entregó ante el Ministerio Público que en 48 horas resolvió la situación legal, no obstante que fijó la fianza de 350 mil pesos que el agente no pudo cubrir para recuperar su libertad ni se giraron instrucciones para apoyar económicamente al elemento, no obstante que con el otorgamiento del perdón se recuperaría la citada cantidad.
