La viuda de Lennon quiere que Chapman se quede en prisión, por seguridad de todos. (Archivo)
Pide Yoko Ono que el asesino de Lennon permanezca en la cárcel, por temor a que un fan lo mate.
La artista de la plástica, Yoko Ono, pide que el asesino de John Lennon permanezca en prisión, pues teme que algún fan de Los Beatles termine matando a Mark Chapman cuando se encuentre libre.
La viuda del líder de Los Beatles inició una campaña contra la ex carcelación del asesino de su esposo, Mark Chapman, pues tiene miedo a que un fan del grupo de Liverpool lo asesine.
La japonesa no ha dejado de insistir a las autoridades británicas que Chapman corre peligro de ser perseguido y matado por los admiradores leales de Lennon en cuanto pise de nuevo la calle. Ono explicó al diario británico “Daily News”, que son muchos los seguidores del intérprete de “Imagine”, que quieren vengarse de su muerte, por lo que considera que el hombre necesita protección.
“Es peligroso que salga en libertad. Pero no sólo para nosotros, sino también para él”, dijo la artista, al añadir que “hay tantas personas que tienen aversión por Chapman, que lo mejor para él es quedarse en la cárcel”.
Chapman, de 53 años, lleva 20 años en la cárcel tras disparar a John Lennon cuando éste se dirigía a su vivienda en Nueva York, en diciembre de 1980.
Durante este tiempo, el asesino solicitó la libertad condicional hasta en cinco ocasiones, peticiones que siempre fueron denegadas, pues la respuesta de la gente fue recolectar miles de firmas que se oponían a que disfrutara de este privilegio.
Al asesino, que está encarcelado en una unidad especial de la prisión de Attica y separado del resto de los internos por su propia seguridad, le han negado la libertad condicional en cuatro ocasiones, desde que la solicitara por primera vez en el 2000.
La Junta de Libertad Condicional de Nueva York ha recibido unas cincuenta cartas y una petición con mil firmas en contra de que se conceda a Chapman la libertad condicional y sólo tres escritos a favor, según el Daily News.
Chapman, de 53 años, fue condenado a una pena de entre veinte años y cadena perpetua por un delito de asesinato en segundo grado, tras acribillar al ex miembro del grupo británico The Beatles en diciembre de 1980, a las puertas de su residencia en el edificio Dakota frente al Central Park de Nueva York.