EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

¿Quién regula los espectaculares?

Periférico

Luis Guillermo Hernández Aranda

La tormenta de lluvia y granizo registrada la semana pasada provocó que muchos espectaculares cayeran al suelo evidenciando la falta de regulación del Municipio, quien confía en la buena voluntad de las empresas que colocan sus anuncios para cumplir con un reglamento y las medidas de seguridad que implican su instalación.

El saldo fue de 12 estructuras metálicas que cayeron o estuvieron a punto de caer, al no aguantar ráfagas de vientos de unos 85 kilómetros por hora, cuando reglamentos municipales exigen a ingenieros estructurales calcular vientos de hasta 120 kilómetros por hora cuando levantan alguna estructura. Para colmo y como muestra de surrealismo, las lonas de dichos anuncios resistieron más el temporal.

Los espectaculares mal colocados representan un peligro para la población, ya que incluso hasta una muerte pueden provocar al momento de caer. ¿Qué hubiera pasado si la tormenta hubiera sido el lunes y no el domingo?, ¿qué saldo habría arrojado el espectacular que se cayó en la Diagonal Reforma sobre la oficina de un lote de autos usados?, sólo por mencionar alguno.

Sin embargo, parece que para el alcalde, José Ángel Pérez, el vigilar que los anuncios cumplan con las medidas de seguridad es un asunto menor, al menos eso se infiere de su declaración respecto a los espectaculares que se cayeron el domingo y que hasta el lunes no habían sido retirados.

Ante el cuestionamiento de los medios de comunicación, el alcalde dijo confiar en que los propietarios de esos anuncios recogieran las estructuras. Es decir, se confía a la buena voluntad de los anunciantes un problema que afecta la seguridad de los ciudadanos. Si no fuera así, entonces por qué Nelson Lozada, titular de Protección Civil, declara que es urgente una revisión técnica de las especificaciones que tienen actualmente los espectaculares en la ciudad.

Como la cereza del pastel, el alcalde criticó a los dueños que no han recogido sus anuncios tirados. ¿Y la responsabilidad del Municipio dónde queda? Pareciera que el alcalde quiere mantener en el ámbito de lo privado un problema que es público, porque la seguridad de los ciudadanos sin duda es responsabilidad de las autoridades.

La Dirección de Desarrollo Urbano, a través del área de Administración Urbana Municipal es quien debe supervisar la instalación y el mantenimiento de los espectaculares, sobre todo en cuanto a especificaciones técnicas y de seguridad, sin embargo, el director de la Administración Urbana ha reconocido que le faltan inspectores que revisen las condiciones de seguridad de los espectaculares.

¿Por qué cuando un ciudadano se pasa una luz roja se le quita una placa o su licencia para obligarlo a pagar la infracción? ¿Por qué no se confía en su buena voluntad para que un día de éstos vaya y pague? El mismo razonamiento aplica en las medidas de seguridad que deben tener los espectaculares, no se puede confiar en la buena voluntad de unos cuantos y poner en riesgo la seguridad de muchos.

No es un problema menor, tampoco es del ámbito privado, el Municipio debe vigilar que se cumpla el reglamento de anuncios y espectaculares. Tenemos el ejemplo de Monterrey, donde después de que se cayeran varios espectaculares a causa de una tromba se diseñaron políticas públicas para elevar los estándares de seguridad. No se pierde un anuncio, una vida es la que está en riesgo al caerse estas estructuras.

Al confiar sólo en la buena voluntad de los anunciantes, el nuevo Reglamento Municipal de Anuncios se convierte en automático en letra muerta.

El pasado primero de mayo El Siglo de Torreón publicó una nota de Yolanda Ríos Rodríguez donde se asevera que el Municipio no aplica las disposiciones puntuales que contiene, “ya que además de que no supervisa a las empresas que colocan espectaculares, mucho menos las sanciona, pese a incurrir en irregularidades”.

El Artículo 2 fracción III y V que se refiere a “prevenir daños a la integridad de las personas y de sus bienes, por la inadecuada o insegura colocación de anuncios en la vía pública (...) prevenir daños a las vialidades, equipamiento urbano, instalaciones de servicio, inmuebles y espacios públicos”.

El capítulo II, Artículo 2 fracción IV y V, dice que se debe ordenar la práctica de diligencias e inspecciones para verificar el cumplimiento del Reglamento, así como las especificaciones señaladas en las licencias. Disposición que hasta el momento el Municipio no se ha preocupado por cumplir.

Incluso en el apartado VI se detalla la necesidad de ordenar los lineamientos conducentes a los propietarios de los anuncios para que los retiren o modifiquen “cuando éstos constituyan un peligro para la vida y la seguridad de las personas, al igual que de sus bienes”. La fracción VIII faculta a Desarrollo Urbano para utilizar el auxilio de la fuerza pública cuando sea necesario.

El Artículo 16 del capítulo I indica: “los anuncios de tipo espectacular, de piso, de azotea, unipolares y aquéllos cuyas dimensiones lo requieran, deberán ser construidos, ser de los materiales y poseer las características técnicas necesarias para soportar ráfagas de viento de hasta 100 kilómetros por hora. (...) Cuando las autoridades municipales tengan conocimiento de la existencia de algún anuncio riesgoso, notificarán a su propietario para que lo retire o corrija las anomalías del mismo. De no hacerlo dentro de los 15 días posteriores a la notificación se procederá a ordenar su retiro a lo que el anunciante se hará acreedor a una sanción de entre 30 y 300 salarios mínimos”.

Sin embargo, todas estas especificaciones son letra muerta. El Municipio no se preocupa por hacer cumplir un reglamento que la actual Administración promovió.

También en el transcurso de la semana Ángel Morales, presidente de la Canacintra, declaró que dados los fuertes vientos que suelen registrarse en esta región, “ya no es cuestión de reglamentos, sino de orden y de prever situaciones que pudieran derivar en daños patrimoniales y en accidentes de fatales consecuencias”.

Sin embargo, pareciera que fieles a nuestra tradición de no prevenir accidentes el Municipio está esperando que ocurra una tragedia para actuar, es decir ya ahogado el niño nos preocuparemos por tapar el pozo.

lharanda@elsiglodetorreon.com.mx

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 348991

elsiglo.mx