El español Rafa Benítez, entrenador del Liverpool, podría demandar a los dueños del club después de que Tom Hicks, copropietario del equipo, admitiera que mantuvo negociaciones con el alemán Jurgen Klinsmann para que ocupara el banquillo de Anfield si se rompían sus relaciones con el actual técnico.
Hicks afirmó en la prensa local que el acercamiento al ex seleccionador alemán protagonizado por él y su socio, George Gillett, se trataba simplemente del intento de firmar una póliza de seguros si su relación con Rafa Benítez llegaba a cotas descontroladas de incomunicación o en el caso de que el técnico español fichara por el Real Madrid.
Sin embargo, explica el 'Telegraph', el español estaría sopesando la posibilidad de emprender acciones legales contra los multimillonarios estadounidenses por un caso de hostigamiento laboral.
Según esta publicación británica, Benítez estaría furioso por lo que considera un intento más de debilitar su posición en el banquillo del equipo.
A pesar de que Hicks reconoció en el 'Liverpool Echo', periódico local, que las relaciones con Benítez habían mejorado considerablemente, el 'Telegraph' considera que el acercamiento a Klinsmann vendría a confirmar el miedo del madrileño a ser despedido al final de la temporada.
En ese escenario, Benítez tendría derecho a reclamar los 6 millones de libras -unos ocho millones de euros- por despido improcedente.
